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Reportaje:

Logística espiritual para Mari Luz

La Iglesia Evangélica de Filadelfia se vuelca con la familia de la niña desaparecida

La Iglesia Evangélica de Filadelfia, entidad religiosa a la que pertenece la familia de Mari Luz Cortés, la niña de cinco años desaparecida en Huelva el 13 de enero, se ha volcado en apoyar a los padres, hermanos y allegados de la pequeña. Las manifestaciones del martes, en 22 ciudades de España, fueron un ejemplo de la capacidad de organización y logística de este grupo, que congrega en el país, según sus propias cifras, a más de 100.000 fieles, la mayoría de ellos del colectivo gitano, al que pertenece también la propia familia de Mari Luz.

Miembros de la Iglesia Evangélica de Filadelfia ha enfatizado repetidas veces que no quieren tener ningún protagonismo, que su causa es sólo la de ayudar a Mari Luz y los suyos en lo que sea necesario. "Lo principal es la niña y su familia, nosotros estamos en un segundo o tercer plano, para lo que haga falta, pero sin copar nada de protagonismo", se esfuerza en aclarar un portavoz. Desde este grupo religioso se subraya que no se pretende usar el drama que se vive en Huelva para hacer ningún tipo de proselitismo ni de propaganda.

"Lo principal es la niña y su familia, nosotros estamos en segundo plano"
"Juan José ha dado dos gritos de auxilio: a su Iglesia y a la sociedad"

La familia de Mari Luz, en especial su padre, Juan José, no ha ocultado en ningún momento la fe que profesa y que le ha llevado a convertirse en pastor. Su experiencia en los cultos -nombre con el que se conocen a los oficios religiosos de este grupo evangélico- quedó patente, casi desde el primer día, ante los medios de comunicación, en especial en las ruedas de prensa que, primero improvisadas, después perfectamente programadas, han venido organizando frente a su casa de la humilde barriada de El Torrejón. La forma clara de ordenar el discurso, de exponer sus ideas, sus emociones; la manera de dirigirse por igual a cada persona que allí le escuchaba, demostraban las horas pasadas frente a los fieles en el templo. Algo que se reflejó de manera gráfica en la concentración religiosa que la Iglesia Evangélica de Filadelfia organizó el domingo en Huelva y en la que Juan José se dirigió con sorprendente fuerza ante un auditorio de 2.000 personas.

"Juan José ha dado dos gritos de auxilio. Uno a la sociedad española para que le ayudasen, a él y a su mujer, a encontrar a Mari Luz. Y el segundo a su Iglesia. Nosotros no podemos sino responder a su petición en lo máximo que podamos", explicaba ayer Ángel Borja, el pastor evangélico responsable de El Torrejón. Para este fin, la entidad evangélica cuenta con unas 700 iglesias repartidas por España y todos sus fieles. A través de ellos se canalizan iniciativas como las manifestaciones del martes, -en la que entre otros, cuya idea partió del propio padre de Mari Luz, según aclaran sus allegados. Muchos famosos también han dado muestras de apoyo, como el bailaor Joaquín Cortés.

"La fuerza de Juan José nos ha sorprendido a todos", señalaba ayer el portavoz de la familia y también pastor evangélico Luis Molina. "Yo me considero casi su maestro, yo le enseñé a hablar y ya me ha superado. Y con creces", continuaba. Mientras Juan Ramón y su mujer, Irene Suárez, ofrecían su enésima rueda de prensa, Luis Molina le miraba desde una esquina cercana con orgullo. "Es un ejemplo para todos. Para cristianos como nosotros, para los gitanos y para la sociedad entera. Porque esta desgracia le puede pasar a cualquiera, porque todos tenemos hijos. Y hoy le ha tocado a él, pero podía haberle pasado a cualquiera", afirmaba Molina.

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