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Lo mató, pero no es culpable

Una mujer maltratada, absuelta de la muerte de su marido por "miedo insuperable"

Patricia Ortega Dolz

Lucía se escondió en el armario aterrorizada por la tormenta. Fue el 11 de mayo de 2006, hacia las 21.00 horas. Tenía algo más de siete años, pero ocultarse de los truenos era algo que hacía habitualmente. "Le dan pánico", explicaba su madre la semana pasada en el juicio. La pequeña no oyó a su padre hasta que entró en la habitación y la descubrió allí dentro.

- ¡Zorra!, ¡hija de puta!, eres una mala madre, mira como está tu hija muerta de miedo, gritó Santiago Asensio (55 años), bajando las escaleras del segundo piso de esa casa en Argés (Toledo).

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A esas horas de la noche, Emiliana Grabusqui Plata (50 años) estaba en la cocina, como siempre. Había visto entrar a su marido dando tumbos (llevaba 2,2 gramos de alcohol en sangre, según recogería después la autopsia). Un día más de muchos en 28 años de matrimonio Santiago llegaba a casa como una cuba.

- ¿Pero ves cómo vienes? Mira qué pinta tienes. Le recriminó ella a su marido, al que ya había denunciado por malos tratos con anterioridad, aunque no acudió después a la cita judicial.

Aquella respuesta fue suficiente para sacar a Santiago de sus casillas. La insultó, la golpeó, la cogió del cuello, le tiró del pelo y la arrastró, según reflejó el informe del médico forense. Y también, como otras tantas veces, Emiliana trató de llamar a su hija mayor por teléfono, pero Santiago se lo impidió entre más golpes y amenazas.

A la desesperada, Emiliana cogió un cuchillo... "Trató de huir y él se lo impidió y entonces le clavó el cuchillo de forma mortal", esgrimió Dionisia Pérez Rodríguez, la abogada de Emiliana. O: "Santiago quiso irse de la casa y ella salió tras él para vengarse y le clavó el cuchillo", argumentó el fiscal, que reconoció siempre la situación de malos tratos que vivía la acusada y lo consideró un atenuante del delito.

Así fue como hace casi dos años murió Santiago Asensio, con el pulmón perforado por un cuchillo de cocina empuñado por su esposa. Y su hija Lucía seguía encerrada en el armario, escondiéndose de la tormenta.

Emiliana, madre de otros tres hijos mayores (29, 24 y 23) que sí declararon en el juicio describiendo el infierno de su casa, ingresó en prisión provisional dos días más tarde de esos hechos, tras declarar en comisaría y ante el juez y reconocerse autora del crimen. Pero el jueves pasado, tras cuatro días de sesiones en la sección primera de la Audiencia Provincial de Toledo y con una petición de pena de 14 años por un delito de homicidio de parte del Ministerio Fiscal, Emiliana era absuelta con el veredicto unánime de "no culpabilidad" de un jurado popular formado por cinco hombres y cinco mujeres. Horas más tarde el fiscal anunciaba su intención de recurrir la sentencia.

"El veredicto es equivocado", explicó a este periódico José Javier Polo, Fiscal Jefe de la Audiencia de Toledo, "El jurado ha admitido cosas incompatibles: no se puede decir que la acusada era consciente de la situación y dejó de serlo en el momento de clavar el cuchillo a su marido".

El argumento de la defensa se ha centrado en una figura jurídica conocida como "miedo insuperable". Se trata de "la ausencia total de representación en sí (del sujeto actor) en la acción misma del delito porque se encuentra en situación desventajosa por el miedo que siente y que es manifiestamente provocado por la persona en la cual se producirá el resultado", dicen los libros. La acusación ha tratado de evitar por todos los medios que la autora del crimen "se fuera de rositas". "No hemos rechazado la atenuante de malos tratos porque es innegable, pero nunca hasta el extremo de justificar la muerte de otra persona", insiste el fiscal. Un crimen imperceptible o una reacción inconsciente ante un "miedo insuperable". Será lo que tendrá que decidir el juez que reciba el recurso.

Emiliana Grabusqui Plata abraza a su familia tras conocer el jueves la sentencia que le ha absuelto.
Emiliana Grabusqui Plata abraza a su familia tras conocer el jueves la sentencia que le ha absuelto.EFE

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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