Gaza se queda a oscuras por el bloqueo israelí
La principal central eléctrica de la franja de Gaza tuvo que cerrar ayer sus puertas y dejó de producir energía después de que Israel bloquease las fronteras del territorio palestino controlado por Hamás e impidiese el suministro de combustible. Un millón de personas se ha quedado sin luz, del millón y medio que vive en la zona.
Derar Abu Sissi, director de la central, dijo que "la catástrofe afecta a hospitales, clínicas, bombas de agua, casas, fábricas...a todos los aspectos de la vida". Según funcionarios israelíes y palestinos, la población de Gaza consume ordinariamente 200 megavatios de electricidad, de los cuales 65 son producidos por la planta citada. El resto procede de Israel y de Egipto.
Kanaan Abeid, vicepresidente de la Autoridad Energética Palestina en la franja explicó que "no está llegando combustible y no tenemos reservas". La ONU ha advertido de las consecuencias negativas que tendrá la falta de energía en la vida diaria de la ya empobrecida franja.
En tres días de bloqueo de fronteras, las tiendas han empezado a desabastecerse, las fábricas y las gasolineras han cerrado. "Así es como Israel quiere a Gaza: en un mar de oscuridad. Y el mundo civilizado lo contempla en absoluto silencio", dijo a Reuters Abu Mohamed Osama, dueño de una tienda en Gaza.
Además de cerrar todos los puestos fronterizos -incluidos los de llegada de ayuda humanitaria, comida y medicamentos, de los que vive el 80% de la población, informa Efe-, Israel continúa con la ofensiva militar en la franja, controlada por Hamas.
El ejército mató ayer en Gaza a dos palestinos en un ataque con misiles e hirió a otros dos de gravedad. Desde el martes pasado han muerto 38 palestinos (once civiles, varios niños) en ataques aéreos con misiles israelíes, una respuesta, según el estado hebreo, al lanzamiento de cohetes en su territorio lanzados desde el lado palestino.
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