Llegada entre aplausos, salida por piernas
Entre aplausos entró ayer Alberto Ruiz-Gallardón en la pequeña sala del recinto ferial de Madrid donde se clausuraba la Conferencia de Educación del PP. Cien personas aplaudían puestas en pie; la mayoría cargos medios del partido y militantes, representantes de sindicatos y organizaciones educativas afines.
El acto era el primero en el que coincidían Gallardón y la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, después de que ésta le derrotara, cortándole el paso hacia el Congreso. El alcalde llegó con más de media hora de adelanto a la gala, cuando en una sala contigua el presidente del PP, Mariano Rajoy; el secretario general del partido, Ángel Acebes; Esperanza Aguirre; el responsable de la campaña, Juan Costa, y las ex ministras Ana Pastor y Pilar del Castillo aún ultimaban las propuestas educativas que iban a presentar.
Flanqueado siempre por dos de sus más estrechos colaboradores, el vicealcalde Manuel Cobo y la concejal Pilar Martínez, Ruiz-Gallardón saludó a unos y otros delante de su asiento, en primera fila. Especialmente cariñoso con él fue Pío García-Escudero, portavoz del PP en el Senado.
Más apagado y neutro, desde luego, y no tan cariñoso, fue el apretón de manos que recibió de Rajoy a eso de las 12.30. Acebes le saludó de un modo parecido. Aguirre, separada de Gallardón por cuatro asientos de la primera fila, no se acercó. Se sentó a la izquierda de Rajoy. El alcalde estaba a su derecha, pero lejos, en el extremo opuesto.
El mitin lo abrió Costa. Luego habló Aguirre, que incluyó un "querido Alberto" al ir nombrando a los asistentes. La presencia de Gallardón probablemente era un gesto de apoyo al candidato popular, pero acabó con una espantada. Tras el mitin, después de que Rajoy le diera de nuevo la mano, el alcalde se fue a toda velocidad. De la puerta de salida apenas le separaban unos pocos metros, pero en medio tenía a toda esa primera fila, incluyendo a Aguirre. Así que dio un gran rodeo para atravesar la sala y llegar a ese mismo punto evitando a la presidenta.
Pese a la dificultad para cruzar una sala casi llena, Gallardón consiguió salir unos segundos antes que Rajoy y los acompañantes del presidente del partido. Y se fue directo al coche. Hoy el alcalde no asistirá a un desayuno de Aguirre con los medios, un tipo de actos a los que solía ir. Hasta ahora.
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