Furor por lo ultradelgado

La electrónica adelgaza. La presentación del portátil MacBook Air de Apple, con sus 1,94 centímetros de espesor, es reflejo de la tendencia por ofrecer el dispositivo más delgado y ligero para ganarse el favor del público. Una semana antes de Apple, los grandes fabricantes de televisores pugnaban en la feria CES de Las Vegas por mostrar el televisor plano más grande y fino del mercado.

Hitachi destacó con un televisor LCD de 38 milímetros de grosor, apenas dos dedos, que ya se vende desde diciembre en Japón en pantallas de 32, 37 y 42 pulgadas y estará disponible en Occidente a partir de esta primavera.

Un televisor enorme de 52 pulgadas tiene 20 milímetros de grosor

Los marcos son igual de estrechos pese a cobijar mayores pantallas

Lo más sorprendente, sin embargo, eran los prototipos de televisores descomunales, con pantalla de 52 pulgadas de diagonal (132 centímetros), y tan sólo 20 milímetros de espesor. Estos televisores ultradelgados exhibidos por Sharp, Hitachi y Panasonic se podrán comprar a partir del año que viene.

El desarrollo tecnológico que hay detrás de estas pantallas es inmenso. Desde hace un año aproximadamente, las tapas de los portátiles, donde está la pantalla, han reducido su grueso más de la mitad, gracias a la iluminación trasera por medio de diodos emisores de luz (LED), en vez de los tubos fluorescentes tradicionales. Con ello se consigue reducir no sólo el espesor sino también el peso y el consumo de las pantallas.

La imagen, además, mejora, porque la luz trasera está mejor repartida y se puede bajar de intensidad en las zonas oscuras para mejorar el contraste. Esta tecnología también se aplica a los televisores LCD.

La incorporación de los LED en las pantallas ha hecho posible que el portátil Portégé R500 de Toshiba pese 780 gramos con disco de estado sólido y tenga un espesor de 25,5 milímetros en la parte trasera, donde se encuentra la batería extraíble de alta capacidad. Este portátil de Toshiba, con pantalla de 12 pulgadas, pasa por ser el más ligero del mercado; incluso el modelo con disco duro convencional pesa justo un kilogramo, un tercio menos que el MacBook Air.

Lo delgado siempre ha impactado. Motorola tuvo un notable éxito comercial en 2004 cuando presentó el Motorazr V3, un teléfono móvil con el ancho de una tarjeta de crédito y un espesor de 13,9 milímetros. Entonces era una proeza, porque incluía pantalla en color y cámara y pesaba menos de 100 gramos. Este diseño se sigue vendiendo, incluso con un modelo de lujo hecho de oro.

No basta con las pantallas delgadas. El marco de los televisores de Sharp es mucho más estrecho, con lo que donde antes cabía un televisor de 42 pulgadas ahora se puede poner uno de 46 pulgadas. Casi todo es pantalla en los televisores planos actuales, tanto en los de tecnología LCD como en los de plasma.

Pioneer demostró en la feria CES que ya no tiene sentido hablar de relación de contraste -la diferencia ente blanco y negro- en una pantalla porque su prototipo de panel de plasma no emite nada de luz, es negro puro. La relación de contraste no es de 10.000 a uno o un millón a uno como en algunos televisores LCD expuestos, sino simplemente infinito a uno.

Pero los avances prosiguen. El futuro está en la tecnología de pantallas OLED, prevista comercialmente para principios de la próxima década. Samsung mostró un anticipo en la feria de la electrónica CES, con prototipos de televisores OLED de 14 y 31 pulgadas.

Y para quien se lo pueda pagar, Sony vende ahora un monitor OLED de once pulgadas que tiene un espesor de tan sólo tres milímetros y una nitidez y contraste de la imagen incomparable.