A la caza de suelo industrial

Más del 90% de las inversiones en nuevas factorías industriales que se están construyendo en Galicia se emplazan en el eje A Coruña-Ferrol. El dato es revelador sobre la importancia de la infraestructura denominada suelo industrial: las empresas invierten donde hay terreno bien situado para su producción.

La costa coruñesa ha ejercido la mayor atracción para la inversión industrial, fundamentalmente gracias a la puesta en el mercado de los terrenos de los nuevos puertos exteriores de Ferrol y A Coruña. Punta Langosteira (puerto exterior de A Coruña) aún está en construcción, por eso carece de nuevas instalaciones industriales, pero ya tiene reservas de suelo para potentes plantas metalúrgicas, pizarreras, energéticas y logísticas.

La realidad de las fábricas nuevas pone en evidencia el caso de Vigo, el lugar con mayor demanda de suelo industrial y donde sólo hay dos nuevas factorías en construcción.

Según los datos de la Confederación de Empresarios de Pontevedra y de la Cámara de Comercio de Vigo, para dar salida a la demanda empresarial actual, Vigo debería disponer hoy en el mercado de 5 millones de metros cuadrados más de los que tiene.

La última pérdida de una importante inversión industrial es la protagonizada por Infinita Renovables. La filial de biocombustibles de la constructora Isolux Corsán intentó invertir 120 millones de euros en una refinería de biodiésel en Vigo. La planta hubiese producido 600.000 toneladas anuales de biodiésel, la mayor de Europa. Tras un año de espera, Infinita Renovables se vio obligada a retirar su proyecto industrial de Vigo y trasladarlo al puerto exterior de Ferrol, dividido por tres. Como casi todas las propuestas industriales, la nueva factoría no pudo instalarse por falta de suelo: ni tenía disponible una terminal de descarga de barcos con semillas en la ría de Vigo, ni de terreno industrial tramitado en Salvaterra de Miño (futuro puerto seco de Vigo).

Una década sin espacio

El cinturón industrial de Vigo cumple este 2008 diez años sin nuevas promociones de polígonos industriales. La última operación fue el denominado Parque Tecnolóxico de Vigo, que habilitó un millón de metros cuadrados en Valladares (donde se están instalando las únicas factorías en construcción).

Diseñado en 1997, Valladares recibió diez veces más peticiones (para 10 millones de metros cuadrados) de las que ofertaba y hubo de reconvertirse en un polígono industrial puro (no tecnológico) para evitar una crisis en Citroën: industrias francesas (Faurecia), japonesas (Denso) o alemanas (Benteler) lograron instalarse en Valladares sin licencia y a contrarreloj.

Esta semana, los patrones de PSA Peugeot Citroën recordaron que su factoría de Vigo es la segunda mayor de Europa y la que menos espacio ocupa de todas las fábricas de coches europeas. Citroën necesita 100.000 metros cuadrados más y con urgencia porque quiere ampliar su capacidad de producción hasta los 600.000 coches anuales.