Incertidumbre persistente

Las expectativas creadas por las medidas de estímulo económico que pudiera adoptar el Gobierno de Estados Unidos para tratar de evitar la recesión, se diluyeron a lo largo del día hasta dejar a los mercados de valores europeos en la misma, o peor, situación que sufrió en la jornada anterior.

El Ibex 35 fue animándose según avanzaba la sesión gracias a algunas compras selectivas y debido a la menor presión vendedora, lo que le permitió rozar de nuevo los 14.000 puntos, con un avance temporal del 1,61%. No obstante, la media hora final, cuando en la Bolsa de Nueva York surgían las primeras dudas sobre la efectividad de las medidas de reactivación de la economía, resultó letal para los intereses de los accionistas, pues la Bolsa española se desplomó, literalmente, hasta perder su principal índice el 0,87%, con lo que encadena ocho sesiones consecutivas de recortes. El Ibex 35 quedó en 13.655,40 puntos, nivel muy cercano a los mínimos del pasado año, y en la semana acumula una caída del 5,55%, al tiempo que en el conjunto del año ya supera el 10% de pérdida.

El nuevo escenario económico obliga a inversores y analistas a replantear los criterios de valoración de las sociedades previos a esta crisis y, por el momento, parece que nadie es capaz de fijar unos precios objetivos aceptables por la mayoría. Los sectores financiero e inmobiliario son los objetivos más evidentes de los vendedores, pero ningún grupo parece a salvo de los actuales criterios de evaluación de la renta variable.

En el Mercado Continuo español sólo hay siete valores que ofrecen ganancias desde el comienzo del año y, de ellos, únicamente dos superan el 5% en su subida.

El paquete de medidas propuesto ayer en Estados Unidos supone el 1% del PIB, en torno a los 140.000 millones de dólares, una cifra considerable que tan sólo plantea una duda, la de si se habrá adoptado a tiempo.

La contratación subió hasta los 11.832,29 millones de euros.