Que vivan los ochenta

El bar ideal no existe, pero algunos se le aproximan. ¿Cuál debería ser el modelo? Quizá un local donde tomarse una cerveza no suponga desembolsar lo mismo que pagar un menú; donde se pueda hablar, reír y fumar -de acuerdo, esto último es muy discutible-; donde sea posible estar sentado cómodamente o se pueda bailar; donde se puedan ver (y conocer) nuevas caras; ¡donde hasta alguna vez se pueda coincidir con las nuevas caras!... Y que sea céntrico, para luego no tener que pillar un taxi para ir a otro sitio.

Caféparis se autodefine como un local "todoterreno". Es decir, lo toca todo. Al mediodía sirve menús; por la noche, cenas, y luego se transforma en un pub. Al abrir la puerta, la calle de Floridablanca se inunda con el Gimme hope Joanna de dentro. Nadie sospecharía que allí mismo horas antes se ha servido pescadito frito. Entro con un colega. Cuando dejamos las chaquetas en una silla empieza a sonar algo así como The rhythm of the night. ¿Nos quedamos? Decidimos darle una oportunidad al bar, y al final de la noche no nos arrepentimos.

La decoración del local parece algo recargada, con mucha luz y sillas y sofás que imitan la piel del leopardo. Sin ánimo despectivo, parece estar a medio camino entre un bareto hawaiano y una verbena de Sant Joan. Es la primera impresión, sólo eso. La música mejora, y mucho. Suenan grandes éxitos ochenteros, de los buenos y de los conocidos. Cunde el buen rollo, y por la barra corren los mojitos y las caipirinhas. La gente sigue entrando. La mayoría se conoce. Se saluda, ríe, charla y baila. Una chica se acerca y nos explica que es del barri, de Sant Antoni, "de tota la vida". "¿Y vosotros?". Rematamos la noche con un chupito. Y quedan ganas de volver.

- Lo más. Es céntrico y no excesivamente caro. Además, se respira buen rollo.

- Lo menos. La decoración y la luz recargan el espacio.

- Dirección. Caféparis. Calle de Floridablanca, 102 (esquina con la calle del Comte Borrell). Barcelona. 93 325 24 85. www.cafeparis.org

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