La decisión de Rajoy
No sé si Rajoy ha acertado o no al no incluir a Gallardón en la lista por Madrid. Habrá que esperar al 9 de marzo, pero no creo que beneficie al PP en este momento una guerra desatada de ambiciones personales y que los ciudadanos madrileños que hemos votado al PP descubramos que para nuestro alcalde o para nuestra presidenta somos un instrumento para ganar más poder o para presionar. Nunca me ha gustado que los cargos electos den la espalda a sus electores e incumplan el mandato de las urnas dedicándose a otros menesteres. Lo mejor que podrían hacer Aguirre y Gallardón es, a mi juicio, seguir en sus puestos y pedir antes disculpas a los madrileños por la bochornosa utilización de unas posiciones ganadas en las urnas y, en el caso concreto del señor Gallardón, si considera que es una derrota dedicarse exclusivamente a hacer realidad ese proyecto de Madrid que los madrileños votamos hace menos de un año, que no espere hasta marzo para marcharse. Esta ciudad merece un alcalde que la quiera más de lo que se puede querer un escaño en el Congreso.- Teresa González Rodríguez. Madrid.
Señor Mariano Rajoy: Soy parte de ese 5% de indecisos sin opción de voto clara. He votado a todos los partidos nacionales, según evaluaba los pros y contras cada convocatoria. Muy decepcionado con la actitud de Aznar en sus dos últimos años, cambié al creer que usted era continuidad del mismo. El actual Ejecutivo también se ha ganado mi desconfianza y decepción, y estaba sopesando darle a usted el apoyo que no le di hace cuatro años. No era una decisión firme, dada la presencia entre sus filas de quienes son dos desafortunados compañeros, Acebes y Zaplana.
Por el contrario, siempre he confiado en Gallardón, más centrista y moderado y con quien me identifico más. Tenía la esperanza de que su inclusión en la lista por Madrid fuera un cambio de tendencia en su partido y su hipotético Gobierno. Ahora, su exclusión me disuade de votarles. El sesgo ideológico de sus miembros me provoca un rechazo visceral, similar al dogmatismo falsario de sus rivales en numerosas cuestiones. Quedo obligado a buscar otra opción, aunque sus posibilidades de conseguir representación parlamentaria sean ínfimas. Es lo único que puedo hacer en conciencia. Espero que pierdan ustedes de nuevo, y se vean obligados a hacer limpieza en su casa para librarse de quienes son la herencia más dañina que le dejó su patrón.
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