Simon reduce 250 empleos por el 'pinchazo' del ladrillo
La compañía abrirá plantas en India, Rusia y Marruecos
Cada piso que se dejará de construir este año en España, por el parón del mercado inmobiliario, supone más de una decena de enchufes que dejarán de venderse. En este contexto, la compañía de material eléctrico Simon anunció ayer que no renovará el contrato a 200 trabajadores temporales y prejubilará a 50 personas en España, de una plantilla de 1.500. "El número de viviendas no volverá a ser el de antes y el nivel de la empresa tampoco", explicó ayer el director general de Simon, Xavier Torra. Tras años en los que se llegaron a construir en España 800.000 viviendas, el mercado no pasará ahora de 450.000 o 500.000, y Simon tendrá que adaptarse, con "medidas de austeridad".
La crisis inmobiliaria tiene "un efecto tsunami" en industrias proveedoras, que lo multiplica "por tres y por cuatro", según el directivo. Y, a la realidad del parón constructor, se suma la psicosis y la crisis crediticia. "Hay un pánico generalizado en el sector, y un problema de crédito que hace que pisos que, en principio, se venden, no obtienen la hipoteca".
Pero las cifras de la compañía respondieron bien a la desaceleración en 2007, con unas ventas de más de 340 millones de euros, un 12% más, gracias a los ingresos internacionales, que ya suponen el 25% del total, y a los productos destinados a la rehabilitación, y no la vivienda nueva. Ante 2008, la compañía espera un "crecimiento vegetativo" en el sector de los enchufes en España, pero se verá compensado por otros segmentos, y le permitirá cerrar el año con unas ventas de 380 millones, según sus expectativas.
Inversiones
Y ante la incertidumbre, la respuesta de Simon, según Torra, es invertir. La compañía, propiedad de la familia Simon, pondrá en marcha este año nuevas plantas en India y Rusia, además de una filial comercial en Italia, y planea nuevas factorías en Tánger, que se sumarían a las que ya tiene en China, Marruecos, Turquía, Polonia, México, Brasil y Argentina.
Argelia también figura en el punto de mira de la empresa, que en total da trabajo a 3.800 personas en el mundo. En España tiene más de 10 fábricas.
También se plantea la entrada en otras áreas relacionadas con el diseño y, por tanto, con mayor valor añadido.
Riudellots
Simon también ha ejecutado inversiones en Cataluña en el último año. La compañía acaba de poner en marcha una nueva planta en el municipio gerundense de Riudellots de la Selva, la que posiblemente será "la última planta de Simon en Cataluña", según Torra. Esta factoría sustituye a la que tenía en Girona y cuenta con 160 empleados. Inaugurará, además, en unos meses un nuevo edificio corporativo en el barrio de Sant Andreu, en Barcelona, donde se encuentra la división Simon Lighting. Se trata de un edificio de oficinas de 6.000 metros cuadrados que ha supuesto nueve millones de euros de inversión.
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