La Policía alerta a Portugal de la desaparición de la niña de Huelva

La policía de Portugal ya está alertada de la desaparición de Mari Luz Cortés, la niña de cinco años de Huelva a la que no se ha vuelto a ver desde que el domingo por la tarde salió sola a comprar una bolsa de patatas a un quiosco cercano a su casa. "Existe un protocolo de coordinación con las policías fronterizas que se ha puesto en marcha en el caso de la portuguesa", dijo ayer el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón. Se trata de un procedimiento habitual en todos los casos de presunta delincuencia que se dan en áreas fronterizas, recalcan desde la subdelegación del Gobierno en Huelva. De esta manera, se avisa a la policía del país vecino de cualquier suceso cuyos autores pudieran cruzar al país vecino.

Mientras, la investigación sigue adelante, "sin descartar ninguna hipótesis", apuntó el delegado. Las fuerzas de seguridad están trabajando en los testimonios aportados por los vecinos de la barriada El Torrejón, donde vivía la pequeña, para determinar si son o no consistentes. Rumores como el que circuló el mismo día en que la menor desapareció y que apuntaban a que ésta había sido vista por una vecina caminar por una calle trasera a la suya en compañía de otras dos niñas algo mayores (de entre siete y nueve años). O el de otra vecina que dijo que había reconocido a la pequeña en un autobús acompañada por una mujer la tarde del domingo. Ayer se siguió tomando declaración a las personas que vieron por última vez a Mari Luz: sus padres -que ya declararon el lunes-, unos jóvenes que se encontraban junto al quiosco, y el quiosquero que la atendió.

A las labores de búsqueda, se unieron efectivos de la Unidad de Intervención Policial, de la Brigada de Homicidios, de la Brigada de Subsuelo y medios policiales que refuerzan a la plantilla de Huelva, indicó López Garzón. Por su parte, efectivos de la Policía Nacional a caballo, miembros de la Policía Local y una unidad canina de la Guardia Civil rastrearon la zona del cementerio y el paraje de La Ribera, cercanos a la ciudad, así como los alrededores del Hospital Infanta Elena y la carretera a Gibraleón. Los buzos del cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento rastrearán a partir de hoy las marismas del Tinto y del Odiel.

El caso de Mari Luz ya ha trascendido las fronteras españolas. Y lo ha hecho relacionándose con el caso de Madeleine McCann, la niña británica que desapareció en el Algarve (Portugal) el 3 de mayo. Periodistas británicos acudieron ayer a Huelva a cubrir el suceso. Y en la edición digital del tabloide Daily Mail podía leerse el siguiente titular: "La policía busca a una niña de cinco años que desapareció a 120 millas del hotel de los McCann". Precisamente, a Juan José Cortés, el padre de Mari Luz, se le preguntó ayer si creía que la desaparición de su hija tenía algo que ver con la de Madelaine. Cortés fue muy cauto: "Tenemos claro que todas estas cosas tendrán que dilucidarlas la policía", dijo.

Juan José, al igual que el resto de su familia, se encontraba abatido. Paciente con los medios de comunicación, pedía que se utilicen todos los recursos disponibles en la búsqueda. Para pedir la vuelta de Mari Luz a su casa, los allegados a la familia han organizado para hoy una manifestación en la que participarán los alumnos del colegio Diocesano, donde estudiaba la niña. Entre las muestras de apoyo, la familia recibió ayer la llamada de la madre de Yeremi Vargas, el niño canario desaparecido desde el pasado marzo.