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Regantes de El Fondo d'Elx rompen con el Consell por el uso del agua

Un decreto de protección de un ave les impide desembalsar en siete meses

Los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente que realizaban estudios en el Parque Natural de El Fondo en Elche dejaron ayer de trabajar allí. Los propietarios de El Fondo, la comunidad de regantes Riegos de Levante, acordó no renovar el convenio con Medio Ambiente, por el cual percibían casi 500.000 euros al año. La decisión responde, según el portavoz de los regantes, Ángel Urbina, al incumplimiento de los acuerdos alcanzados para regular los caudales de agua de acuerdo con sus necesidades. Un decreto de mayo de 2005 para la recuperación de la Malvasía Cabeciblanca, una especie de anátida en peligro de extinción, limita el volumen de los desembalses de agua lo que significa "que de febrero a septiembre no podemos usar el agua embalsada", afirmó Urbina.

La relación entre los regantes y la consejería es tensa desde hace más de dos años. Los agricultores critican que pese a las fuertes lluvias de octubre "Alicante estuviera inundado y El Hondo seco". El detonante fue que con motivo de las abundantes lluvias de este otoño los regantes quisieron vaciar uno de los embalses, que almacenaba agua de gran salinidad, (con más de 25.000 microsiemens), para llenarlo con agua de mejor calidad aprovechando la crecida que había experimentado el río Segura. Sin embargo, no se les permitió. Incluso hace unos años se procesó al gerente de la comunidad, José Manuel Miralles, por un presunto delito ecológico al autorizar el desembalse de un volumen de agua que excedía de los parámetros establecidos. Ángel Urbina manifestó que el Hondo es un humedal artificial creado para servir como embalse regulador para el riego. "Nosotros no nos oponemos a que se establezcan medidas de protección de las aves, pero la malvasía cabeciblanca nunca antes había estado aquí" dijo Urbina, que reclamó que el uso principal del embalse "debe ser para favorecer el riego". Expuso también que ellos son los propietarios de los terrenos "y hemos tenido que optar por romper relaciones con la consejería". Los regantes descartan estar politizados: "No nos casamos con nadie, pero no puede ser que critiquemos que el agua sobrante del Ebro se vaya al mar y luego estemos tirando aquí la del Río Segura", aseguró Urbina.

La comunidad de regantes ha encargado un estudio jurídico para determinar la viabilidad de reclamar una indemnización por las restricciones que el plan de conservación de la malvasía cabeciblanca impone a la gestión de los embalses de riego, y advierten de que el personal de Medio Ambiente ya sólo podrá entrar en el parque "previa orden judicial".

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