Conducir con cinco drogas encima

La sorpresa de los ertzainas fue mayúscula. El causante del accidente mortal registrado el pasado lunes en la A-8 en el área metropolitana de Bilbao, un camionero de 35 años, dio positivo en cinco sustancias estupefacientes en el examen preceptivo a que fue sometido (cocaína, cannabis, metadona, opiáceos y benzodiacepinas). Son casi todas las que analiza la policía vasca en sus exámenes de consumo de drogas (siete sustancias). "Prácticamente llevaba todo el espectro de drogas", señalaron fuentes de Interior.

J.O.C., el conductor, pasó la noche del lunes detenido en comisaría y ayer fue trasladado al Hospital de Cruces a petición propia debido a las heridas leves que sufrió en el accidente. A su salida, Interior decidió dejarle en libertad tras imputarle un delito de homicidio por imprudencia grave, penado con entre uno y cuatro años de prisión, y otro contra la seguridad vial.

Algunos conductores que transitaban por la A-8 a primeras horas de la tarde del lunes pudieron presenciar la conducción temeraria de J. O. C. Circulaba en dirección a Cantabria y, a la altura de Barakaldo, iba haciendo eses e invadiendo otros carriles. Llevaba una hormigonera cargada de cemento, por lo que aún llamaba más la atención. La Ertzaintza recibió varias llamadas de automovilistas un minuto antes del accidente alertando de lo que pasaba. "No nos dio tiempo a llegar", lamentó un portavoz de Interior.

La tragedia se consumó a la altura del Max Center: el camión se saltó la mediana e invadió el sentido contrario para caer sobre un turismo, cuyo conductor (A. G. C., de 44 años) murió en el acto. Al chófer del camión se le practicaron en Cruces las pruebas de orina y sangre que concluyeron el consumo de las cinco sustancias estupefacientes.

"Hay que limitar la posibilidad de conducir", afirma categórico Luis Murguia, del Real Automóvil Club Vasco-Navarro. En su opinión, la conducción de vehículos es un derecho, "pero también una responsabilidad". Murguia cree preciso un gran cambio social que admita que "no todo el mundo puede conducir". Una clave sería un cambio en los tests psicotécnicos, "que todos aprueban y deberían servir para detectar a quien no sabe comportarse en la carretera". Sin embargo, ve complicado el cambio de hábitos de los camioneros, a "quienes se exige que lleguen siempre a tiempo, pero así es imposible que lo hagan bien. Y dile a un camionero de 60 años, que lleva toda la vida tomando el carajillo y el farias que deje de hacerlo". Murguia recalca que no se deben producir casos como el reciente de Álava, donde un conductor atropelló mortalmente a dos ciclistas en sólo dos meses.

Juan Mari Lersundi, delegado de la asociación Stop Accidentes en Euskadi, opina que la justicia debe aplicar de forma inmediata las penas por hechos como éste "y que no tengamos que esperar un año".