La ilusión no cambia
Hace 13 años, tres redactores de este periódico suplantaron por unas horas a los Reyes Magos en El Corte Inglés de la calle de Goya. Ha pasado tiempo, pero los chavales de entonces pedían regalos similares a los de ahora. En 1995 ya comenzaban a triunfar los videojuegos y las consolas. Era de lo que más se pedía. Igual que ahora. La única diferencia con los niños y niñas de 2008 es que éstos tienen una oferta superior de estos productos, con innumerables consolas y títulos de videojuegos.
Otra similitud es la tendencia de ellos a pedir juegos tradicionalmente considerados de niños y ellas, los comúnmente tachados como femeninos. Los primeros piden bicicletas, scalextrics y coches. Las segundas solicitan barbies y nenucos en particular. Hace más de 10 años también era así. María, de 9 años, fue la excepción, al pedir un balón de fútbol. Lo que tampoco cambia es la ilusión que reciben los pequeños desde Oriente.