El caos de las infraestructuras eleva al 60% el número de descontentos
A tres meses de las elecciones generales, la participación se sitúa en el 70,8%
El descontento de los ciudadanos contra los políticos se dispara tras la crisis de las infraestructuras. Ayer, a la misma hora que miles de catalanes sufrían por enésima vez retrasos en los trenes de Cercanías, el Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO) presentó el índice de satisfacción política, que eleva el descontento de la población para con los políticos hasta el 60,9%, el 5,7% más que en marzo. Esta cifra es la segunda más alta desde junio de 2005, fecha en que se empezó a elaborar el índice. Sólo el 61,3% de descontentos de marzo de 2006, en plena pelea política por la aprobación del Estatut, fue mayor que el actual.
La situación del aeropuerto de El Prat, el retraso y el desaguisado de las obras del AVE, con el consiguiente caos de Cercanías, y el apagón que dejó a oscuras a Barcelona en julio "han actuado como un tsunami que ha hecho crecer la insatisfacción hasta el punto actual", afirmó ayer Gabriel Colomé, director del CEO. Colomé se mostró "confiado" en que la llegada del AVE y de nuevas inversiones "hagan que la satisfacción política aumente".
El sondeo, basado en 2.200 entrevistas, se llevó a cabo entre el 20 y el 30 de noviembre, en plena recuperación del servicio de Cercanías y justo antes de la manifestación del 1 de diciembre convocada por la Plataforma por el Derecho a Decidir y contra el caos en las infraestructuras. Según Colomé, la movilización "influyó en parte en el resultado del índice".
Por partidos, los votantes del PP son los más descontentos, ya que el 58,4% se sienten insatisfechos con la política. Por el contrario, el PSC es el partido con menos votantes descontentos, el 26,7%. La formación que registra un repunte mayor de insatisfacción entre sus simpatizantes es Iniciativa per Catalunya Verds (ICV). El 36,9% de los votantes del partido ecosocialista, que desde que empezó el caos de Cercanías lo ha tomado como caballo de batalla político, se sienten descontentos con la política. En el anterior índice de octubre de 2007, sólo el 14,4% de los votantes de ICV estaban insatisfechos, el 22,5% menos que en el índice actual.
El repunte de los descontentos se refleja aún más en el índice de insatisfacción coyuntural, que se refiere a aquellos ciudadanos que, si bien confían en el sistema, se sienten descontentos con la situación política del momento. Esta cifra llega al 58,5%, la más alta desde que el CEO realiza estos sondeos y muy por encima del 42,9% de insatisfechos de hace tan sólo seis meses. El 45,2% de los entrevistados, sin embargo, está satisfecho con la situación actual.
Por el contrario, la insatisfacción estructural, que alude a los descontentos con el sistema político en general, desciende el 3% respecto al índice de octubre hasta situarse en el 54,8%. Los satisfechos con la política llegan al 45,2%, la tercera cifra más elevada de todos los índices pero aún lejos del 48,7% del sondeo de noviembre de 2005.
El crédito del régimen democrático y el descontento por la situación va acompañado de un aumento de la participación electoral. A sólo tres meses de los comicios generales, el 70,8% de los entrevistados sostiene que irán a votar y ya tienen decidido a qué partido darán su apoyo. En el anterior sondeo la participación prevista era del 64%.
Por partidos, los simpatizantes del PP son los más participativos (89,8%) y los de CiU los menos (82,8%). ICV movilizaría al 86,1% de sus votantes, el PSC al 84,5% y Esquerra al 83%. Los republicanos son los que más indecisos tienen en sus filas. El 14,7% de los votantes de ERC no sabe si repetirá su voto en las generales.
JÉSSICA SANROMÁN: "Quiero un tren sin incidencias de una vez"
"Me parece fatal la situación que estamos viviendo", lamentaba Jéssica Sanromán en una de las innumerables paradas no justificadas que ayer asolaron a los trenes de la línea C2 de Cercanías. Ella lo tenía claro: "No quiero volver al autobús ni quiero viajar así, lo que quiero es un tren sin incidencias de una vez". Jéssica no está segura de que la situación de Cercanías se arregle con la llegada del AVE a Barcelona. "Ojalá", espetó antes de asegurar que "con un buen tren", no le importaría pagar el billete.
EVA RUBIO: "Con el autobús sabías a qué hora llegabas"
Eva Rubio era una de las pasajeras que ayer sufrió los retrasos de Renfe. A la altura de Bellvitge, cuando el tren ya llevaba una hora de retraso, su hartazgo era evidente: "Siempre pasa lo mismo desde hace demasiado tiempo. Cuando había el autobús tardabas más, pero sabías a la hora que llegabas". El hecho de que su trayecto sea gratuito hasta que llegue el AVE a Barcelona no la consolaba: "Depende del trabajo que tengas te conformas o no. Hay mucha gente que llega tarde y no le sirve de nada ahorrarse el billete".
DORI SEBASTIÀ: "Pagaría el doble si hubiera más trenes y fueran puntuales"
Dori Sebastià estaba nerviosa ayer. "Estamos parados en un puente y me está sentando mal el desayuno", confesaba. El tren de la línea C2 de Cercanías llevaba más de 50 minutos de retraso, 10 de ellos estacionado en vías elevadas que alteraban a Dori. "Me parece indignante, por decirlo suavemente. Pagaría el doble si el tren fuera puntual y pasara cada cinco minutos", aseguraba. Pese a tener el viaje gratuito, Dori se mostraba reticente: "Con la subida de precios ya lo pagaremos".
ROSALIA HUGUET: "He salido una hora antes y llegaré tarde igualmente"
Rosalia Huguet no usa el tren con asiduidad, pero ayer se subió a un convoy de Cercanías para ir al médico con su marido. "Cuando me he levantado he oído que los trenes iban mal. He salido una hora antes de casa; sin embargo, llegaré tarde al médico igualmente", lamentaba. A pesar del retraso, Rosalia se mostraba más comprensiva que otros viajeros: "Debemos comprender que se está haciendo una obra importante, quizá es normal que haya todas estas molestias".
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