Cercanías se colapsa cuando asoma el AVE
El fallo del anclaje de la catenaria en Bellvitge provoca el caos durante horas
Ayer llegó hasta Can Tunis (a cuatro kilómetros de Sants) una locomotora de pruebas que circuló por la línea del AVE. Eran las 11.30 horas. Pero los responsables de Adif no pudieron celebrarlo: en ese momento llevaban ya cuatro horas de caos por una avería en una catenaria.
Si la avería de anteayer supuso más de tres horas de problemas en los servicios de Cercanías, la de ayer elevó a ocho el número de horas en las que los trenes fueron de mal en peor. Anteayer, el problema se circunscribió a la línea C-2 (en el norte, donde se produjo la avería, y en el sur, de rebote) y a los trenes de media distancia de Girona. Ayer fallaron todas las líneas, que acumularon retrasos de más de 40 minutos de media. La línea del aeropuerto fue suprimida y suplida con autobuses. Los trenes de media y larga distancia que entran en Barcelona por el sur o salen de ella en esa dirección, debieron ser desviados por el interior, con los retrasos asociados a la operación.
Lo peor es que Adif sabe lo que ha ocurrido en ambas ocasiones, pero en las dos ignora por qué ha pasado. Renfe, en este caso, padece las averías de Adif. Anteayer se rompió un contrapeso que fija la catenaria. Una pieza instalada en 2001, revisada hace poco y que no mostraba signos de fragilidad. La causa de la rotura la establecerá el laboratorio de la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid.
El fallo de ayer se produjo en el anclaje de la catenaria, en la zona situada en el Gornal, a unos centenares de metros de Barcelona y en un punto reformado el pasado mes de noviembre. Resolver el problema exige apenas 10 minutos, pero llegar hasta allí, cancelar circulaciones, cortar la corriente, es complicado. El problema se generó a las 6.42 horas. Adif optó por mantener una vía operativa hasta las 10.00 y no cortar todo el servicio. El resultado fue que hasta casi las 15.00 no se recuperó una exigua normalidad.
Reducir el error humano
Juan Pastor, director de la empresa Cobra en Cataluña, que es la que realizó la instalación reciente, explicó que se trata de un sistema utilizado regularmente tanto por trenes como por diferentes metros. "Trabajamos de modo que se reduzca al máximo el error humano", dijo Pastor. Los usuarios de Cercanías en un día laborable rondan los 411.000. Los afectados ayer fueron unos 150.000.
La nueva serie de averías tuvo su eco político. Joan Herrera (ICV-IU) pidió la comparecencia de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, ante la Diputación permanente del Congreso. Contó para ello con el apoyo de los diputados del PNV.
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