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Cuarto año a la baja

El carné por puntos aparta de la carretera a 3.203 conductores

1.723 detenidos en el primer mes de aplicación de la reforma penal

Elsa Granda

En la batalla contra la mortalidad en carretera, el Gobierno decidió sacar su artillería pesada en la segunda parte de la legislatura. Los radares fijos comenzaron a poblar las cunetas y las señalizaciones verticales de las carreteras hasta sumar 317. Con resultar polémicos, no han sido estos dispositivos los que más críticas les han valido a los responsables de Interior. El carné por puntos se ha llevado la mayor parte del chaparrón.

El balance de este año y medio de aplicación -entró en vigor el 1 de julio de 2006- se traduce en el número de permisos retirados: un total de 3.203 hasta la fecha, y en el número de víctimas que se han evitado si se tienen en cuenta las cifras del año anterior: 531, un 11% menos. En los meses más duros en número de víctimas arreciaron las críticas contra el nuevo sistema. La respuesta del ministro Rubalcaba, como ayer recordó, ha sido siempre que el permiso por puntos "tiene recorrido, conserva su virtualidad y no está agotado".

La DGT aún lidia con los problemas del sistema informático que debe recibir las sanciones firmes desde cada municipio para poder restar los puntos. No todos los ayuntamientos se han enganchado a la base de datos. Aún así, Tráfico ha contabilizado 812.449 sanciones, que se han traducido en la resta de 2.580.291 puntos, sobre todo por infracciones relacionadas con el exceso de velocidad (38%), circular sin el cinturón de seguridad (15,4%), alcoholemia (11,3%) y uso del móvil (11,7%).

Sanción penal

Una de las medidas puestas recientemente en marcha ha sido la reforma del Código Penal que castiga con penas de cárcel los excesos de velocidad por encima de los 80 kilómetros por hora sobre el límite en autovía y rebasar en 60 kilómetros por hora el límite en casco urbano, así como conducir con más de 0,50 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Las penas de cárcel aún son una excepción, pero desde el 2 de diciembre 1.723 conductores fueron arrestados por infringir estos preceptos. La gran mayoría fueron puestos ante el juez por conducir ebrios.

El ministro del Interior aseguró ayer que la aplicación se ha notado en todas las comunidades, salvo en Madrid, donde se estudia poner en marcha una campaña especial de concienciación. Según el director de Tráfico, Pere Navarro, no se ha producido un aumento notable de los juicios contra este tipo de infractores, "porque antes también pasaban a disposición judicial con esas tasas". Lo que ocurre "es que ahora los contabilizamos".

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