La guerra de los vídeos llega a Metro

En el primero aparece un encapuchado que vierte grasa junto a los torniquetes de una estación de la línea 1 (Pinar de Chamartín- Valdecarros). Salto de plano, algunos viajeros intentan entrar y se resbalan. Otro corte de imagen, una señora salta por una puerta lateral. Un nuevo corte y el vídeo se acaba.

Es una grabación de las cámaras de seguridad de Metro que fue distribuida ayer por la Comunidad de Madrid, que disponía de material gráfico un día antes pero no lo facilitó hasta que ayer la presidenta regional, Esperanza Aguirre, rompió el contrato con las concesionarias.

Algunos de los sindicatos que han convocado los paros dudan de que el encapuchado sea un trabajador. "Es curioso que haya una grabación durante todo ese tiempo y no manden a nadie del control, me chocan los cortes", señaló Iván Albarrán, de CGT. "Sin embargo a los piquetes informativos, en cuanto nos ven entrar, nos colocan tres vigilantes detrás".

Desde UGT, Carmen Solera, indicó que el vídeo "es una bestialidad". "Si fuera un trabajador de la UGT lo expulsaríamos de inmediato, no se puede hacer algo así", agregó.

En el segundo vídeo, de peor calidad porque fue grabado con un móvil, aparecen dos trabajadores del servicio municipal de limpieza (Selur) que barren la entrada de una estación de Metro que no se identifica. Esa grabación fue enviada a EL PAÍS por el comité de huelga en prueba de que hay empresas externas que se han encargado de limpiar el suburbano sin respetar los paros.

Los huelguistas aseguran que Selur no puede hacerse cargo de las escaleras, porque el perímetro exterior de las estaciones hasta dos metros es competencia de los limpiadores Metro. Una portavoz de Transportes aseguró que los empleados del servicio de limpieza municipal sólo retiraban restos de contenedores arrojados al interior durante la huelga.

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