Metro inicia los trámites para rescindir los contratos de limpieza

El consejero de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, ha indicado hoy que el departamento que dirige ya ha iniciado los trámites para rescindir los contratos con las empresas de limpieza de Metro de Madrid, en huelga desde hace 11 días, así como la convocatoria de un nuevo concurso y incautación de las fianzas -un millón de euros- para cubrir eventuales responsabilidades de la huelga "sin perjuicio de los descuentos que haya que hacer como consecuencia del cumplimiento de los propios contratos que mantienen con Metro de Madrid".

Ya se ha comunicado el fin del contrato a Valoriza, Clece, Ferroser y Eurolimp, cuyos trabajadores, que exigen la igualdad de condiciones económicas y sociales, pasarán a formar parte de la empresa que gane el concurso público. Mientras se contrata a la nuevas empresas, las actuales deberán prestar los servicios mínimos, "que no sólo deben de encargarse de limpiar la basura que se genera diariamente, sino también la basura acumulada y generada por los actos vandálicos que se han desarrollado desde el día 17", según fuentes de Metro. "Si no se cumple esto", puntualizan, "Metro tendría potestad para adoptar medidas de urgencia, que pasarían por la contratación de otra empresa si existiera riesgo de salubridad".

Desde que ayer se conociera la medida adoptada por la

presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de rescindir los contratos de limpieza porque la huelga "alcanza niveles verdaderamente insufribles para los ciudadanos", se ha cumplido con los servicios mínimos. Los inspectores de la Salud Pública de la Comunidad de Madrid realizaron ayer un recorrido por varias estaciones y concluyeron que no existe riesgo para la salud pública. En este sentido, el responsable regional de Transportes ha aseverado que, a pesar de la gran cantidad de basura, "no hay peligro de ningún tipo desde el punto de vista de la salubridad", y ha aprovechado la ocasión para pedir disculpas por los efectos de la huelga y por las conductas de determinados sectores sindicales que, a su juicio, "erosionan la magnífica imagen de Metro de Madrid".

El vandalismo, "absolutamente inaceptable"

Lamela ha recordado que en toda huelga es necesario cumplir unos servicios mínimos fijados por la Administración que "no son negociables" y que tienen como objetivo garantizar la salubridad razonable a la red y a todos los usuarios. En su opinión, es "absolutamente inaceptable" que se produzcan actos de vandalismo en la red de Metro, ensuciando las instalaciones y agravando las consecuencias "ya de por sí graves" de un paro de limpieza "excesivamente largo". Además, ha adelantado que tanto la Comunidad de Madrid como las autoridades de Metro "van a ser absolutamente inflexibles" a la hora de denunciar todos los actos vandálicos que se cometan para ensuciar las instalaciones, así como para exigir responsabilidades a las empresas por la comisión de estos actos por parte de sus trabajadores.

"Seremos inflexibles para garantizar los estándares de salubridad y calidad en la red, que la Dirección General de Salud Pública ha puesto de manifiesto a instancias de la Comunidad de Madrid, adoptando todas las medidas necesarias y precisas a nuestro alcance para que esta garantía sea real de una manera inmediata", ha dicho el consejero. Lamela también ha hecho un llamamiento a los sindicatos para que negocien un acuerdo razonable y a las empresas para que tengan en cuenta "la necesidad de que esta situación no perdure más en el tiempo" y puedan conseguir un acuerdo que cuanto antes para terminar con la huelga.

A pesar de la medida tomada por Aguirre, los sindicatos de limpieza y las empresas concesionarias siguen buscando un acuerdo. Han retomado la negociación a las 16.30 horas en la sede de UGT, tras haber permanecido reunidos desde las 9.30 horas de esta mañana. Fuentes del sindicato de limpieza de la Confederación General del Trabajo (CGT) han señalado que las negociaciones han comenzado a "encaminarse". En un comunicado, la CGT niega que los actos vandálicos hayan sido cometidos por trabajadores porque "sería como tirar piedras a su propio tejado". En su opinión, "las acusaciones y vídeos que pretenden identificar a los trabajadores como delincuentes se han producido porque "hoy les hacía falta a Esperanza Aguirre y Gallardón una cortina de humo muy grande para poder esconder parte de las miserias de su gestión".

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