Calvo Poyato reclama "justicia histórica" para Caterina Sforza
El autor recrea la vida de la condesa de Ímola
El escritor cordobés José Calvo Poyato ha vuelto a indagar en la historia hasta encontrar a un personaje digno de protagonizar una novela. Caterina Sforza (1463-1509) es la heroína de La dama del dragón (Plaza Janés).
Para Calvo, Caterina ha sido "una mujer muy maltratada por la historia", hasta tal punto que el novelista pretende que su libro sirva para hacer "justicia histórica" a este personaje denostado.
En la Italia de Maquiavelo y de Leonardo da Vinci, la Italia de las conspiraciones y las luchas de clanes del Renacimiento, esta condesa se enfrentó a las familias más poderosas: a los Médici y los Borgia.
Hija ilegítima de Galeazzo Maria Sforza, duque de Milán, Caterina llegó a ser condesa de Ímola y Forlì. Su fama fue tal que se le conocía por el apelativo de la vampiresa de la Romaña. Bella, indómita y conocedora de la alquimia y las artes oscuras, Caterina "mantuvo con Da Vinci una relación intelectual y firmó un tratado militar con Maquiavelo", según Calvo.
Entre las muchas hazañas que consagraron la vida de Caterina Sforza, el escritor destaca el asedio del castillo de Sant?Angelo de Roma. Caterina se apoderó de la fortaleza y se atrincheró dentro. Y no salió de allí pese a que llegaron a amenazarla con matar a sus hijos. A esta amenaza Caterina respondió señalándose los genitales, para dar a entender que podría tener más descendencia. En su tiempo, la condesa de Forli también fue conocida por el apelativo de virago cruelísima. Virago es una expresión italiana que se utiliza para designar las féminas que combaten como los varones.
Para Calvo, la resistencia numantina de Caterina en el castillo de Sant'Angelo de Roma es perfectamente equiparable a la de Guzmán el Bueno en la fortaleza de Tarifa. Pero "él fue ensalzado y ella desprestigiada" por la historia.
Según este escritor y catedrático de Historia cordobés, la condesa "descolocaba" a sus contemporáneos. "Era luchadora nata, que no dudó en defender sus derechos", añade.
Dice Calvo que La dama del dragón no está concebida como una biografía, sino que se trata de una novela histórica. Sin embargo, asegura que todo lo que narra en el libro, por muy increíble que parezca, es real. Tan sólo se ha tomado la licencia de introducir un personaje masculino: Justi. Y lo ha hecho "porque ninguno de los hombres que rodeó la vida de Caterina estuvo a su altura".
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