Chequeo a los accesos de la Ronda de Dalt después de la caída de una roca

No pasó nada, pero la posibilidad de que cayera otra gran roca sobre la Ronda de Dalt como la que se precipitó en la mañana del domingo sobre la entrada número 6 en dirección al Llobregat obliga a mantener cerrado ese acceso hasta que sea seguro. Así lo apreciaron los técnicos que inspeccionaron el talud el domingo y los que desde ayer revisan la estabilidad del terreno, junto al barrio de Vallcarca.

El Ayuntamiento de Barcelona instó ayer al Consejo Comarcal del Barcelonès a extender la revisión del estado de los taludes de la Ronda de Dalt, especialmente de las entradas y salidas. El mantenimiento de la infraestructura viaria de la ronda -señalización, estado del firme y pintura- corresponde al Consejo Comarcal del Barcelonès.

Joan García Rey, director del Servicio de Infraestructuras Urbanas del Ayuntamiento de Barcelona, precisó ayer que la causa del desprendimiento de la roca de unas dos toneladas de peso pudieron ser movimientos de asentamiento del terreno.

Como toda la Ronda de Dalt, esa entrada se construyó hace unos 16 años. "Es posible que el terreno se haya hundido por acción de las lluvias a lo largo de los años y que ese movimiento se haya producido en la base del talud desplazando alguna de las rocas de abajo y provocando la caída de una que estaba en la parte superior del talud", apuntaba.

Comoquiera que esa posibilidad supone el riesgo de caída de otras rocas, los técnicos iniciaron ayer la instalación de una red afianzada con tirantes en el terreno. Se trata de redes que pueden soportar la caída de toneladas de peso, similares a las que se colocan en algunas carreteras de alta montaña.

"Las rocas quedarán bloqueadas por la malla y a partir de ese momento se podrá reabrir la ronda", apuntaba el técnico municipal. Eso podría ocurrir a finales de esta semana, según los cálculos que han hecho los servicios y empresas que trabajan en esa zona.

No será la única entrada que se revise porque el Ayuntamiento ha indicado al Consejo Comarcal del Barcelonès que inspeccione el estado de los accesos de la ronda para evitar problemas parecidos.

"Los que se inspeccionarán, sobre todo, son los taludes que son de tipo escollera -como el de Vallcarca de donde cayó la roca-, porque son los que pueden tener posibilidades de desprendimientos", añadía el técnico. No son muchos los que tienen taludes formados con grandes rocas, ya que la gran mayoría son de muros de hormigón, que tienen otro tipo de tratamiento.