Detenido uno de los jefes de la Camorra más buscados

Edoardo Contini, de 52 años, jefe de un importante clan de la Camorra, fue detenido ayer en un modesto apartamento de la periferia de Nápoles. Era uno de los 30 criminales más buscados de Italia y llevaba siete años oculto, en condiciones cada vez más precarias. No salía nunca a la calle, no utilizaba el teléfono o Internet, y sólo se comunicaba directamente con una viuda que le prestaba la vivienda y le preparaba la comida. El contacto con el clan era realizado a través de pizzini, pequeños pedacitos de papel con textos breves. Al irrumpir la policía en el piso, Contini intentó huir por el balcón, pero se rindió en pocos minutos. No llevaba armas.

Contini, conocido como O Romano, controlaba los barrios de San Carlo, Vasto, Mercato y Poggioreale. Su primera detención se produjo en 1990, y permaneció en prisión hasta 1992. En 1994 fue detenido de nuevo mientras celebraba la Nochevieja en la estación invernal de Cortina d'Ampezzo. En 2000 salió de la cárcel a la espera de otro juicio y cuando fue condenado a 20 años, por asociación mafiosa, ya no era posible localizarle.

Mensaje interceptado

Tomaba todas las precauciones. Tiraba los trajes antes que enviarlos a la tintorería. Ni siquiera veía a su familia: se encontró por última vez con su esposa en la Navidad de 2006. No se resistía, sin embargo, a la tentación de sugerirle menús a la viuda que cocinaba para él, y le explicaba incluso cómo preparar sus platos preferidos. La policía interceptó uno de esos mensajes.

O Romano alcanzó la cúspide de su poder en los años noventa, gracias a una alianza con los clanes de Vincenzo Licciardi y de los hermanos Francesco y Giuseppe Mallardo (sus concuñados), que dominaban gran parte de las extorsiones y las apuestas clandestinas en Nápoles, además de una buena porción del tráfico de drogas. Contini poseía un imperio económico, con importantes intereses en el sector inmobiliario, según la policía.

El ministro del Interior, Giuliano Amato, declaró que el golpe infligido a la Camorra napolitana formaba parte de la presión policial ya demostrada con las detenciones de Bernardo Provenzano, jefe principal de Cosa Nostra (la mafia siciliana) en 2006, y de su heredero, Salvatore Lo Piccolo, este mismo año. La semana pasada Danielle Emmanuello, jefe de un clan siciliano, resultó muerto durante un tiroteo con la policía. "Muy pronto habrá nuevas detenciones en Nápoles, Sicilia y Calabria", anunció Amato.