Banda menos ancha pero más barata

"No me hable más de megas, hábleme de euros". Éste es el lema de los encargados de marketing de las compañías de acceso a Internet, con Telefónica a la cabeza. La batalla para ver qué operador ofrece más velocidad ha sido relegada a un segundo plano ante un mercado que comienza a dar los primeros síntomas de saturación. Y es que casi todos los que necesitan banda ancha para su vida cotidiana ya la tienen: 6,5 millones de hogares, el 42% del total. Ahora se trata de conquistar al resto, a ese público reacio en principio a las nuevas tecnologías o que no realiza descargas masivas, y que utiliza Internet para guardar fotos, mandar algún correo electrónico, o ver de vez en cuando alguna página web.

Las operadoras quieren atraer al público reacio a las nuevas tecnologías

Bruselas atribuye a su presión las rebajas en el ADSL más básico

Las compañías de acceso a Internet, como ya les sucedió a las de telefonía móvil, saben que si quieren ganar mercado solo tiene dos opciones: o robar clientes a sus rivales o captar a un nuevo público, como mayores de 50 años. La falta de interés es la razón principal que alega el 53% de los ciudadanos que no disponen de Internet en el hogar. La segunda causa para no contratar servicios de conexión a la Red es el precio, según el informe La Sociedad de la Información 2007.

Pero mucho más importante aún que el público no iniciado en la Red, es el 54% de la población que ya navega y que, mayoritariamente, piensa que la banda ancha es cara, mucho más que en Europa, y que no hay suficiente competencia. El Gobierno, las autoridades comunitarias y las propias compañías se han enzarzado en una pelea por contentar a esos internautas y colgarse la medalla del abaratamiento de Internet, aunque con argumentos muy diferentes.

Bruselas quiere imponer su criterio. La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, sostiene que la banda ancha es cara porque en el mercado español no hay suficiente competencia y está dominado por Telefónica, a la que ha multado con 151 millones de euros por abuso de posición dominante. La osadía de Bruselas es tal que dice que si Telefónica ha sacado su oferta de 1 Mega a 29,9 euros, la que ha desencadenado toda la guerra comercial, se debe a su presión.

Orange, que puso la denuncia contra compañía líder en España, considera que "la posición de Telefónica en el mercado español no tiene comparación con la de otros operadores históricos en mercados como Francia y el Reino Unido, donde la aplicación efectiva de la regulación ha permitido que los operadores alternativos fortalezcan su posición reduciendo la cuota del mercado del líder por debajo del 50%", según señalan fuentes del operador francés.

La mayor multinacional española se defiende. La mejor prueba de que el mercado nacional es competitivo y funciona bien es que no ha desaparecido ningún operador desde la liberalización. Aunque no lo digan oficialmente, están convencidos de que muchas de esas acusaciones tienen que ver con la envidia. En Europa no se perdona que Telefónica haya laminado a los monstruos semipúblicos de France Telecom y Deutsche Telecom.

"Telefónica quiere que se apliquen las mismas normas de competencia en todos los países donde operan, no como los franceses y los alemanes que quieren regulaciones diferentes en sus mercados nacionales y en el extranjero", dicen que suele decir machaconamente el presidente de la compañía, Cesar Alierta cuando acude a dar explicaciones en Bruselas.

Al Gobierno le viene mal que se hable de Internet caro en época preelectoral. Por eso ha iniciado una ofensiva casi diplomática. Esta misma semana ha conseguido que la OCDE se desdiga y diga que España está en la media de los países desarrollados. Y ha forzado la elaboración de un estudio de la CMT que avala sus tesis y dice que España cuenta con ofertas de banda ancha más baratas o en la línea de la media europea de los 27.

El informe de la CMT, sin embargo, resalta también que la mejor oferta en el ADSL más lento (1 mega) entre las operadoras españolas es un 4% más cara que la media europea. Y destaca que las mejores propuestas de Telefónica, que concentra un 56% de los accesos españoles a Internet, son notablemente más caras que las de los grandes operadores históricos: un 27,5% para menos de 2 megas, y un 17,2% entre 2 y 10 megas.

Organizaciones de consumidores como FACUA consideran que pagar "40 ó 50 euros es desproporcionadamente caro, y que podrían ser hasta gratis si los ayuntamientos dispusieran de una red wi fi", en palabras de su portavoz, Ruben Sánchez.