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La Universidad homenajea al rector de la transición

Rubalcaba preside el reconocimiento a la labor de Badia i Margarit

Enric Company

"Para que luego digan algunos que las cosas no han cambiado", dijo anoche el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, al hacer notar que quien presidía el homenaje de la Universidad de Barcelona al que fue su rector en la difícil etapa de la transición a la democracia, Antoni Maria Badia i Margarit, era nada menos que el ministro que ostenta la condición de jefe de la policía.

Badia (Barcelona, 1920) acababa de explicar que cuando inició su mandato como rector de la Universidad de Barcelona en 1978, es decir, cuando aún no estaba en vigor la Constitución, el despacho del rectorado "era un espacio del Régimen, de la dictadura, el sitio desde el que se llamaba a la policía para que reprimiera a los estudiantes". A partir de 1982, Rubalcaba ocupó diversos cargos en el Ministerio de Educación, incluido el de ministro, que le convirtieron en interlocutor de Badia en la ardua tarea de democratizar y abrir la Universidad. Antes de todo esto, Rubalcaba había estado profundamente implicado en el movimiento de los profesores no numerarios (PNN) que lucharon por la renovación de la Universidad.

El acceso de Badia al rectorado representó también el acceso de la generación de los PNN a la dirección de la Universidad, como recordaron varios de los oradores que intervinieron en el homenaje, en particular Ramon Torrent, que fue vicerrector en aquella etapa. Rubalcaba afirmó que había querido participar en el homenaje a Badia "para darle las gracias porque dio la cara mucho antes que nosotros". Y "para que sepas que nos ayudaste mucho, y agradecértelo también", agregó.

La sala del Paraninfo se llenó de universitarios de varias generaciones que quisieron rendir homenaje a Badia. Hablaron para ello el actual rector, Màrius Rubiralta; el profesor de Historia Antoni Segura, responsable de la exposición La Universidad y la transición, instalada en el vestíbulo de la propia universidad; el citado Ramon Torrent; el filólogo Joan Veny; el presidente del Institut d'Estudis Catalans, Salvador Giner, y el vicerector Juan Matas. El Gobierno catalán estuvo representado por el director general de Investigación, Ramon Moreno.

Badia explicó que tras "el helado invierno" que la dictadura franquista significó para la Universidad "había que rehacerla, renovarla" y afirmó que su dedicación a este empeño había sido un acto de coherencia con su compromiso "con el civismo, la cultura y la catalanidad".

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