Robert Anderson, un petrolero sensible con el medio ambiente
Fue el descubridor del mayor yacimiento en Alaska
Robert Anderson murió el pasado domingo en su casa en Roswell (Nuevo México). Tenía 90 años. Dicho así, podría ser el anuncio del fallecimiento de un estadounidense más. Sin embargo, fue uno de los grandes titanes en la industria petrolera, hasta el punto de estar considerado como el descubridor del mayor yacimiento del oro líquido en EE UU, en Alaska. Su sensibilidad hacia las cuestiones sociales y medioambientales marca su legado.
El petrolero se graduó en 1939 por la Universidad de Chicago, la ciudad que le vio nacer el 13 de abril de 1917. Su primer contacto con el negocio que le daría la fama y la fortuna se produjo de muy joven, cuando trabajó para la compañía American Mineral Spirits. En 1941 compraría, con el apoyo de su familia, una pequeña refinería en Nuevo México, que ampliaría poco a poco durante los 15 años sucesivos.
Hasta que en 1956 se fusionó con Atlantic Richfield, donde durante las dos décadas que estuvo al frente se convirtió en uno de los grandes de la industria. La perseverancia de este hijo de inmigrantes suecos le llevó a descubrir en 1967 el yacimiento en la bahía de Prudhoe, en el Círculo Polar Ártico. De allí llega una quita parte del petróleo que se consume en el país.
Hoy, la explotación de las reservas en Alaska forma parte de un controvertido debate medioambiental. El magnate fue uno de los primeros en alertar del efecto de los combustibles fósiles en el cambio climático y comprendió que tenía que devolver a la sociedad parte de su riqueza, lo que le convirtió uno de los primeros y más activos filántropos de EE UU. También salió al rescate del diario británico The Observer y de la revista Harper.
Anderson fundó además Hondo Oil & Gas, en la que sirvió como consejero delegado hasta 1994. Y además de presidir durante tres años la Reserva Federal de Dallas, ocupó asientos en los consejos de administración del Chase Manhattan Bank, el First National Bank y de la aerolínea Pan American. La escuela de negocios de Nuevo México lleva su nombre.
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