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El largo camino del 'botellón' a la multa

El procedimiento y pocos medios complican la sanción por beber en la calle

Sara Velert

La ley prohíbe el consumo de alcohol en la vía pública, o dicho de otra manera, el popular botellón que acampa en muchos puntos de Valencia y otras ciudades durante el fin de semana. Los agentes de policía deben levantar acta y decomisar la supuesta mezcla alcohólica de los presuntos infractores. Pero de ahí a la multa, si llega, hay un largo camino.

El protocolo de actuación exige la toma de tres muestras para garantizar un procedimiento sancionador efectivo, en el que como en el caso del doping de deportistas, existan restos de la posible prueba para realizar análisis contradictorios si es necesario. La tramitación de las multas comienza así en la calle y pasa del agente al laboratorio municipal, con la custodia debida del brebaje, y de ahí al llamado servicio central del procedimiento sancionador.

El servicio de sanciones se quejó de fallos al recoger las muestras

Un tortuoso devenir que ayer enfrentó al grupo socialista con el equipo de gobierno del PP en Valencia. El concejal de la oposición José Luis Ábalos denunció que el Ayuntamiento no tiene un protocolo claro contra el botellón y deja sin efecto la labor policial. "El trabajo de los agentes no tendrá validez por una ineficaz gestión política de la Policía Local", aseguró. Son ya varios los avisos del servicio de sanciones de que no se instruyen correctamente las denuncias, a lo que se añade que no hay pautas precisas ni material adecuado. "Los agentes no disponen ni siquiera de los botes para toma de muestras" y aún rellenan las actas "en papel de calco de los años cincuenta, de carboncillo". El resultado, según Ábalos, es que "nunca se ha llegado a ejemplarizar a nadie por ingerir alcohol en la vía pública".

Al paso le salieron dos concejales del PP. El responsable de Seguridad, Miquel Domínguez, vio "inadecuadas" las denuncias socialistas, mientras que Félix Crespo desmintió que su delegación no haya tramitado ninguna sanción hasta el final. Según sus datos, este año se han abierto 386 expedientes por botellón, de los cuales ya hay multa en 246. Estas sanciones, por un total de 94.400 euros -la media es de 400 euros-, están en "diversas fases" de tramitación. Es decir, en la de pago voluntario, cobradas o en vía ejecutiva. Crespo admitió que el procedimiento es "bastante complicado".

Ábalos cuestionó que la tramitación de las sanciones se haya realizado con garantías, ya que el servicio competente se quejó en junio y en octubre de los fallos en la recogida de muestras del botellón.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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