Los observadores denuncian que las elecciones rusas no fueron limpias
Críticas a la "fusión" abusiva del Estado con el partido del presidente Putin
Las elecciones parlamentarias en Rusia "no fueron limpias" ni estuvieron a la altura de "muchas de las obligaciones y estándares democráticos". Ésta es la rotunda conclusión a la que llegaron los observadores europeos que asistieron a los comicios del domingo.
Cuatro fueron los puntos que destacaron, a saber, la "fusión" abusiva del Estado con Rusia Unida (RU), cuya lista encabezaba el presidente, Vladímir Putin; la tendenciosidad de los medios de comunicación; las dificultades creadas por la nueva legislación para que los pequeños partidos puedan competir, y el hostigamiento a la oposición.
Nunca antes una delegación internacional había sido tan dura con Rusia como la de los parlamentarios de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) y del Consejo de Europa. "No fue una elección de partidos al Parlamento, sino un referéndum a favor del presidente", manifestó Luc van den Brande, y agregó que en el país "no existe una verdadera división de poderes".
El Kremlin trató de minimizar estas duras evaluaciones y por medio de la televisión dio prioridad al favorable comentario del observador de la Organización de Cooperación de Shanghai y a las opiniones de los representantes de la Comunidad de Estados Independientes, formadas por ex repúblicas soviéticas. De los occidentales, los representantes rusos dijeron que venían ya con el informe redactado y que les pagaban por ello.
Putin se mostró satisfecho y consideró que las elecciones fueron democráticas. Más aún, sostuvo que el nuevo Parlamento "tiene mayor legitimidad" que el anterior, por cuanto representa al 90% del electorado y sólo el 10% se quedó fuera. "Para mí es evidente que los rusos jamás permitirán que Rusia marche por un camino destructivo como sucedió en otros Estados del espacio pos-soviético", señaló.
Las críticas a los resultados electorales arreciaron ayer desde distintos sectores. Los comunistas emitieron un comunicado en el que afirmaron que "en Rusia han surgido zonas enteras de completa falsificación. Chechenia, Ingushetia, Tatarstán, Bashkartostán, Mordovia, Kabardino-Balkaria, la provincia de Kémerovo son los ganadores en esta ilegalidad".
Basta con decir que en Chechenia el resultado fue del 99,3% para Rusia Unida, con una participación del 99,4%. También ayer se realizaron los primeros actos de protesta. Jóvenes del movimiento radical La Otra Rusia, uno de cuyos líderes es el ex campeón mundial de ajedrez Gari Kaspárov, se reunieron junto a la Comisión Electoral Central de Moscú vestidos de negro en señal de luto por la muerte de la democracia. Kaspárov y el líder de los nacional-bolcheviques, el escritor Eduard Limónov, no pudieron asistir, por estar bloqueados por la policía en el piso del ajedrecista.
Kaspárov llamó a la unidad de la oposición y especialmente a los comunistas, que pueden verse tentados por las ofertas de los sectores pro-Putin (a que se unan al partido Rusia Justa y formen un bloque socialdemócrata) y relajarse en su intención de protestar por los votos que, según ellos, les han sido robados.
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