Críticas del sector a los premios Chano Piñeiro
"Supongo que los premios tienen algo que ver con el nombre del premiado", dice Xosé Antón Cabanas Cao, de Vimbio Filmes, ahora en la producción del largometraje en gallego A casa da luz. Cabanas, fundador con Chano Piñeiro (1954-1995) y Pancho Casal de la primera asociación de productores de cine de Galicia, a mediados de los 80, matiza: "No significa que José Luis Cuerda no merezca premios, sino que si uno se apropia del nombre también tiene que apropiarse del significado".
La segunda edición de los premios Chano Piñeiro, organizados por la Secretaría Xeral de Comunicación, sirvió para agasajar el pasado jueves, en el Teatro Colón de A Coruña, al director madrileño Jaime de Armiñán y al actor francés de padres gallegos José García. El año pasado fueron premiados José Luis Cuerda y Alejandro Amenábar. Los galardones fueron concebidos para "promover la proyección exterior del audiovisual gallego y realizar un homenaje permanente a la figura de Chano Piñeiro".
Cuestión de filosofía
"Es de agradecer que hayan recuperado el nombre", considera Dolores Ben, presidenta de la Asociación Galega de Produtoras Independentes (Agapi), "pero quizá los contenidos no son los más que se ajustan a la filosofía de Chano para el audiovisual gallego". Para Pepe Coira, en calidad de vicepresidente de la Academia Galega do Audiovisual, "está claro que si existe una polémica, ésta se encuentra al margen de la calidad de los premiados". "Sí nos parece que habría que pararse a pensar qué sentido le damos a los premios en Galicia".
En opinión "a nivel personal" de Antón Reixa, presidente del Clúster do Audiovisual Galego, los premios "no son una cuestión decisiva". Luis Álvarez Pousa, director de la revista Tempos Novos y amigo de Chano Piñeiro, habla del nacimiento de una "nueva orden diplomática, con personajes importados, a quienes Touriño entrega las credenciales que los legitiman como cruzados de nuestra inexistente cinematografía". "Estos galardones están diseñados de espaldas a todo lo que defendió Chano", critica. "El sentir general es que ésta no es la forma", apunta el guionista y director Raúl Veiga, autor de A metade da vida. "Bienvenidas sean las personas que se acercan al audiovisual gallego, que podrán seguir asociándose con proyectos de aquí. Pero no es lo más lógico celebrar a autores consagrados" .
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