Elorrio pone en examen a la 'Y'
La localidad vizcaína celebra una consulta con opiniones encontradas
En Elorrio, el municipio vizcaíno más importante gobernado por ANV, no hay muchos carteles estos días. Algunos de los presos de ETA, y los más en contra del tren de alta velocidad. El trazado de la Y ferroviaria tiene su nudo en Elorrio. Ahí confluyen los tres ramales. Esto, unido a los seis años de activismo, han creado un importante germen de oposición. "No estoy en contra del tren, sino de este proyecto, que nos destroza todo", dice Ana, dueña de la frutería Marrubi. En su escaparate, como en otros muchos comercios, figura el cartel que reza Mil razones. AHT Gelditu.
En la entrada al Ayuntamiento, dos grandes paneles informan de los daños "irreparables" y llaman a participar mañana en el referéndum convocado con la pregunta: "¿Estás a favor de la realización del proyecto del tren de alta velocidad?". Es el segundo que se celebrará en un municipio vasco, tras el de hace dos meses en Aramaio. La suspensión por un juez de la consulta promovida por el Ayuntamiento ha tenido una respuesta que, con toda seguridad, estaba preparada: una plataforma vecinal ha asumido su convocatoria. Se trata de evitar que el incumplimiento del auto judicial por la corporación tenga "consecuencias penales", como apunta el alcalde, Niko Moreno (ANV).
La concejal del PSE Mari Carmen Muñoz califica de "trampa" esta decisión de la alcaldía y sostiene que el consistorio sigue detrás de la consulta promovida ahora por la plataforma vecinal. Moreno señala que el referéndum es "un riesgo, porque puede salir en contra" y que su preocupación es que haya una participación alta, similar a la de las elecciones. "El proyecto demuestra muy poca sensibilidad con el medio natural. Destrozan el único monte emblemático que tenemos".
El alcalde de Elorrio, municipio integrado en la plataforma AHT Gelditu (una de las dos existentes contra el tren), no quiere hablar de la posible irrupción violenta de ETA, como en Leizaran o Lemoiz. "Ahí no quiero entrar". Pero ¿qué pasaría en ese caso? "No lo sé", responde ante la insistencia.
Moreno admite que el Ayuntamiento no tiene capacidad legal para impedir las obras, pero sí anticipa medidas para provocar los mayores retrasos posibles. "Podemos poner palos en la rueda, aunque también ayudaremos a los vecinos expropiados". En la farmacia Delauze, a pocos metros del edificio consistorial, su propietaria dice que no va a participar en la consulta. "No tengo ni idea ni me importa", expone con franqueza.
Ana Otadui, portavoz del PNV, partido que ha llamado a sus bases a no acudir, dice que es un proyecto de país y que, aunque puede producir "impactos e incomodidades", debe abordarse "desde la solidaridad". Margareta Almgren, de la Coordinadora del Movimiento Vecinal, defiende la consulta ante el "oscurantismo y la falta de información y debate". "No nos aporta nada. Va a causar destrozos y tendremos que ir a Bilbao a coger el tren", afirma.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.