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Reportaje:

A Illa borra su leyenda negra

El ayuntamiento arousano crea una red social para proteger a los jóvenes de los estupefacientes y el alcohol

Cuando el contrabando de tabaco traía el pan a las casas de media comarca de Arousa, la frase de un chico de A Illa se hizo célebre al preguntarle un reportero de Televisión Española qué quería ser de mayor. "Yo, contrabandista", respondió sin dudar. "Sí, me acuerdo. Fue una salida que entonces dio mucho que hablar", admite la actual concejala de Asuntos Sociales de A Illa, Dolores Folgar. "Pero aquélla era una situación bien distinta. Hoy vivimos en un pueblo que ha evolucionado y que quiere ser un referente en muchos aspectos, como, por ejemplo, la salud pública o el respeto al medio ambiente".

Durante años fue la maestra de los hijos de sus convecinos y ahora, como concejala, Dolores Folgar se ha propuesto intentar otras fórmulas de llegar a los jóvenes isleños para prevenirles en el consumo de drogas. Maestros, entrenadores y padres se han implicado en este proyecto que contradice la leyenda negra de la isla y que no se ciñe a ningún manual sino a la capacidad de mentalizar a la población escolar sobre el potencial peligro de los estupefacientes y el alcohol.

Maestros, padres y entrenadores se han implicado en el proyecto municipal
Pese al narcotráfico, el Ayuntamiento no cree que haya más consumo de drogas
"El problema está ahí fuera y todo el mundo puede verlo", dice una edil

Un estudio previo sobre 150 alumnos de primaria, 198 de secundaria y los 136 que desarrollan alguna actividad deportiva, integrados en distintos clubes, sugiere que, empleando la habilidad y creando un ambiente de confianza, hay que abordar el tema en los tiempos de entrenamiento, en el colegio y en casa. De lo que se trata es de conseguir la complicidad de los jóvenes y obtener su confianza para que cuenten con sinceridad si han incurrido en el consumo de drogas.

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El primer objetivo del proyecto ha sido definir el método, que se basa en educar sin aburrir y, después, cómo y cuándo se debe producir el momento idóneo para provocar el acercamiento de los padres hacia sus hijos y de los tutores y monitores hacia los alumnos, tanto en los centros escolares como en los lugares de entrenamiento. Los vestuarios de los distintos clubes deportivos aparecen en el plan como uno de los frentes de referencia, ya que A Illa destaca por su afición al piragüismo, el baloncesto o la gimnasia rítmica.

Los cooperadores de este programa de prevención (maestros, entrenadores y padres) han asistido a diversas reuniones informativas para adecuar las propuestas de trabajo y sus ritmos. "En realidad es una labor en la que todos tenemos que implicarnos y que sólo requiere la técnica del boca a boca, por encima de otros métodos que la experiencia nos dice que han fracasado. Sólo hace falta cierto tacto y oportunidad para abordar el tema y obtener una respuesta positiva", explica Folgar. El objetivo final es recoger información cada tres meses para mejorar la capacidad educativa y prevenir conductas de riesgo.

El Ayuntamiento de A Illa pretende obtener una estadística propia sobre el consumo de estupefacientes, ya que los organismos oficiales carecen de cifras detalladas por municipios. "Y dentro de un año, dos o tres, no importa cuántos, podremos tener una juventud más sana e informada, con percepción del peligro que es algo que siempre me ha preocupado como educadora", insiste Folgar.

El programa cuenta con la ayuda de expertos en drogodependencias y programas educativos como el Servicio Preventivo Asistencial de Vilagarcía, dependiente del Sergas, y la empresa privada Xeneme, que supervisa y analiza los resultados. Después, los servicios sociales del ayuntamiento pretenden elegir la estrategia más idónea para darle continuidad al proyecto y centrarse en aquellos jóvenes que necesiten atención más específica o algún tipo de tratamiento de drogodependencias.

Folgar cree que en este municipio de 5.000 habitantes el problema no es mayor ni menor respecto a otros ayuntamientos de Arousa, aunque se le haya vinculado tantas veces con el contrabando de tabaco y el narcotráfico. "No estamos preocupados por lo que hay sino por lo que pueda venir y creo que unos llevan la fama y otros cardan la lana", puntualiza. "Aquí no somos ni más ni menos, sólo queremos invertir en el futuro que son nuestros jóvenes, la mejor apuesta que podemos hacer los políticos cuando el peligro está tan cerca. Por eso creo que ésta es una idea para copiar y queremos que otros ayuntamientos se contagien de ella, porque el problema está ahí fuera y todo el mundo puede verlo".

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