Marcha de mujeres contra el maltrato

Miles de mujeres salieron ayer a la calle de las principales ciudades españolas para conmemorar el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Lo hicieron de variadas maneras: desde marchas con pancartas con los lemas Aislemos a los maltratadores, Sé radical contra el terrorismo patriarcal o Ante la violencia, no hay palabras y otros similares, hasta actos de fuerte carga simbólica, como el de Sevilla, donde las mujeres introdujeron los pies en una palangana con tinta roja y sembraron las calles de huellas ensangrentadas. O el improvisado cementerio en la plaza mayor de Baraín (Navarra), con una cruz por cada una de las 69 mujeres asesinadas en 2007. En Burlada, también en Navarra, se plantaron otras tantas siluetas de cartón blanco con el nombre de las víctimas.

En Málaga hicieron lo propio sobre siluetas dibujadas sobre el asfalto, simulando las marcas que deja la Policía tras un levantamiento de cadáver. El tono general de las manifestaciones fue de duelo y silencio, roto sólo para corear las consignas. En Córdoba, un maltratador acudió al lugar de la manifestación donde se encontraba su ex pareja, informa Manuel Planelles. Según relató Carmen León, presidenta de la Plataforma Cordobesa contra la Violencia a las Mujeres, la Policía le requirió los papales para ver si la orden de alejamiento seguía en vigor.

Muchos políticos acudieron a los actos, unos para efectuar un recuento de los servicios prestados a las mujeres maltratadas en la comunidad autónoma y otros para anunciar proyectos. El consejero de Justicia valenciano, Fernando de la Rosa, dijo que la Generalitat va a procurar el cumplimiento íntegro de las penas para los maltratadores. Ana Pastor, responsable de política social de PP, dijo que su partido va a pedir la reforma del Código Penal para que se endurezcan las penas a quienes vulneren la orden de alejamiento, y que se convierta esta vulneración en un delito específico.

En Europa se conmemoró también el Día para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. En Francia, el Gobierno de Nicolás Sarkozy anunció, entre otras, dos medidas: gravar con tasas especiales a las empresas que rehúsen negociar la reducción del desfase salarial entre hombres y mujeres y la ayuda económica a cien familias para que acojan en sus domicilios a mujeres maltratadas.