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23 presos hicieron escala en Morón rumbo a Guantánamo

El traslado ilegal se efectuó en enero de 2002 después de que Aznar relajase el control de las bases que usa Estados Unidos

A las 13.50 del 11 de enero de 2002, un C-141 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos aterrizó en la base de Guantánamo. Del avión descendieron 23 supuestos terroristas; esposados, encadenados por la cintura y los tobillos, y enfundados en un mono naranja que se ha convertido en símbolo del desprecio a los derechos humanos. Eran los primeros prisioneros de Guantánamo.

Una investigación basada en el cotejo de los datos en poder del Pentágono revela que ese vuelo inaugural procedente de Afganistán hizo escala en la base militar de Morón (Sevilla). Un dato hasta ahora ocultado por las autoridades, que no reconocían que en los vuelos militares con parada en España hubiese presos. Esta opacidad está ligada al hecho de que el paso por territorio nacional de una persona detenida ilegalmente, y por tanto al margen de la Convención de Ginebra, supone una violación de la legislación internacional.

Para los abogados de los presos, esta escala en el vuelo inaugural demuestra la sistemática y temprana colaboración del Gobierno español, a la sazón presidido por José María Aznar, en el traslado clandestino de presos a Guantánamo.

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