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Reportaje:

Una década abriendo 'armarios'

Una exposición recorre el trabajo de Gehitu en favor de los homosexuales

Siete rostros se asoman a otros tantos monitores de televisión y sus bocas vomitan improperios como: "Os tendrían que matar a todos" o "Me das asco". Esta escena amuebla la siniestra Sala de la Homofobia, el espacio donde arranca la exposición organizada por la Asociación de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales del País Vasco, Gehitu, para recordar los diez años que lleva trabajando por la igualdad.

Las pantallas, instaladas en el edificio Tabacalera de San Sebastián, escupen "situaciones extremas", pero que todavía hoy, pese a los logros alcanzados, sufren los homosexuales, asegura Sergio Iñiguez, coordinador de Gehitu junto a Koldobike Mujika. Por eso invita a los visitantes a "sentir" esta realidad y "reflexionar" sobre ella.

"Hemos conseguido que mucha gente viva bien su orientación sexual"
Lograr una afectividad libre en la adolescencia es un reto de futuro

A través de otros montajes de vídeo, el público podrá recorrer el pasado y el presente de Gehitu, pero también sus retos de futuro. Durante los últimos diez años, son muchas las actividades en las que ha participado: conferencias, manifestaciones, asesoramiento... Un esfuerzo que los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales han visto reconocido con la ley que permite el matrimonio entre homosexuales o la de Identidad de Género.

Tras ese trabajo hay muchos rostros que dan forma a los vídeos. Y eso ya es un cambio. "Hace diez años hubiera sido impensable esta exposición, porque la gente no habría querido salir en pantalla. Hemos conseguido que mucha gente viva de forma positiva su orientación sexual", destaca Iñiguez.

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Con todo, aún queda mucho camino por recorrer. Así que Gehitu propone a los visitantes acercarse a los armarios que salpican la muestra, abrirlos y detenerse en historias como la que firma el grupo musical Sigur Ros, que refleja la dificultad de vivir la afectividad de forma libre en la adolescencia.

Los símbolos son otro eje de la exposición, que lleva el sello del trabajo compartido. Distintos colectivos, desde escolares hasta ancianos, han colaborado en la elaboración de la bandera del arco iris, el lazo rojo de lucha contra el sida o el triángulo rosa, ese que ponían a los homosexuales en los campos de concentración nazis. "La normalización es cuestión de generaciones, pero estamos haciendo camino", apunta Mujika. La muestra permanecerá abierta hasta el 8 de diciembre.

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