Al borde del apagón... una vez más
Los problemas de suministro del lunes obligan a cortar la luz a 200 grandes empresas y desatan un nuevo cruce de acusaciones en el sector
El lunes 19, el sistema eléctrico en su conjunto estuvo al borde del colapso. No sucedía desde marzo de 2005. Por primera vez en dos años, Red Eléctrica de España (REE) se vio obligada a cortar el suministro a los principales consumidores -217 grandes empresas- durante tres horas para acomodar la demanda de energía a la capacidad de producción.
Las empresas con tarifa interrumpible pagan 400 millones menos al año
REE aplicó las cláusulas de interrupción que tienen en sus contratos las grandes empresas y que, en líneas generales, permiten al gestor del sistema interrumpir el suministro en caso de necesidad. A cambio de aceptar posibles cortes, lo que ha sucedido en 37 ocasiones en los últimos seis años, las grandes empresas se ahorran un buen dinero al año. Hasta un 21% de la tarifa habitual. Traducido a euros, 420 millones anuales, según datos de la Comisión Nacional de la Energía (CNE).
El grave suceso, desvelado por el secretario general de la Energía, Ignasi Nieto, el mismo lunes, se ha producido en un momento especialmente sensible. Cuando se está negociando el nuevo sistema tarifario -congelado en los últimos meses- y con el Gobierno empeñado en modificar, poco a poco, el sistema montado a partir de 1998 que ha generado un monstruoso déficit tarifario (más de 10.000 millones acumulados). En el complicado entramado eléctrico, con un ordenamiento legal diseñado al estilo de una kashba árabe, ningún suceso se puede analizar de forma aislada.
El hecho cierto es que el lunes 19, con frío intenso en el país, una fuerte demanda (en torno a 43.000 megavatios previstos a las 19.00), poco viento y menos agua, REE se vio en apuros. Aunque teóricamente la potencia instalada es más que suficiente, de sus pantallas habían desaparecido 10.000 megavatios. De ellos, 2.500 correspondían a dos centrales nucleares paradas por recarga, Almaraz y Ascó I. Y el resto a centrales térmicas de Endesa e Iberdrola, en proceso de revisión. De pronto, según fuentes de REE, la holgura entre oferta y demanda se redujo a poco más de 600 megavatios. Un chispazo y la pesadilla que vivió Barcelona en el mes de julio podría parecer una anécdota. Ante esa situación, REE cortó la luz allí donde era posible: a las empresas cuyo contrato estipula la posibilidad de cortes. Con ello, logró reducir en 1.800 megavatios la demanda industrial en el punto más delicado del día, entre las 19.00 y las 22.00. Y se pasó el bache. Ahora, las preguntas, y las investigaciones se suceden. Aunque oficialmente no hay acusaciones, el presidente de REE, Luis Atienza, deslizó ayer mismo, en un acto en el que también participaba el secretario de la Energía, sus dudas sobre la gestión que algunas eléctricas están realizando con sus reservas de agua.
Desde algunas empresas eléctricas, por su parte, se cuestiona en términos muy duros tanto la gestión de REE, a la que achacan una muy mala planificación, como el ordenancismo complejo que emana del Ministerio de Industria. La cuestión a despejar es si lo sucedido el lunes es un hecho aislado o, por el contrario, una señal preocupante del estado en que se encuentra el sistema cuando el invierno aún no ha comenzado.
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