La alcaldesa de Jerez disuelve los organismos autónomos

Ante la bonanza económica, dispersión; ante la crisis, concentración. Ésta es la máxima que ha llevado a la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, a disolver los cuatro organismos autónomos de la estructura municipal: la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), la Gerencia de Deportes, el Instituto de Cultura y el de Promoción de la Ciudad.

Es una medida prevista en el plan de saneamiento municipal con la que la regidora pretende conseguir "ahorro protocolario, de contratación y de gasto corriente".

Se trata de poner orden en una estructura con un número "excesivo" de organismos "que ha impedido el funcionamiento de una administración transparente y eficaz".

La disolución de los organismos autónomos se va a aprobar hoy en Junta de Gobierno local. Según la hoja de ruta a la que ha tenido acceso EL PAÍS, el acuerdo se trasladará junto a un informe jurídico a pleno para su aprobación inicial.

El documento recoge la absorción por parte del Ayuntamiento de la totalidad de los trabajadores, los bienes y las deudas de estos organismos. Sólo la GMU, gestionada hasta marzo de 2007 por el ex concejal Pedro Pacheco, acumula el impago de 62,9 millones de euros a 342 acreedores y una plantilla de 268 personas que se ha duplicado en los últimos cinco años.

Desde que la concentración de empresas sea efectiva, habrá una bolsa de contratación única y un sólo convenio colectivo para todos los trabajadores. Esto permitirá aunar criterios y evitar desigualdades laborales. De hecho, los trabajadores de la GMU disfrutaban de mayores retribuciones que el resto de la plantilla. El objetivo del gobierno pasa ahora por equilibrar las nóminas con la siguiente directriz dialogada ayer con los sindicatos: Los empleados de Urbanismo no percibirán los incrementos salariales recogidos en convenio que sí se contemplen para el resto de la plantilla.

La integración de los organismos autónomos en el ayuntamiento matriz supone además una modificación importante en la jerarquía de las empresas que, al pasar a ser delegaciones municipales, dejan de contar con interventor, gerente y secretario general. La dirección pasa a ser única y esto supone que un número de personas aún sin cuantificar dejarán de ejercer funciones retribuidas con suplementos económicos.

A la espera de que el gobierno cuantifique el ahorro del gasto público, la alcaldesa asegura que la estructura municipal "optimizará sus recursos y redimensionará su plantilla".