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Los secretos de los Borja se abren a los estudiosos

El Vaticano permite salir de Roma los archivos de los Papas valencianos

Por primera vez en la historia, cientos de miles de documentos, procedentes de los 85 kilómetros que ocuparían los archivos vaticanos si se colocaran uno detrás de otro, se podrán consultar lejos de Roma.

El Centre de Cultura Contemporània Octubre de Valencia alberga desde ayer el corpus documental de los archivos secretos vaticanos relacionados con los papas Borja y su entorno. Jaime de Marichalar, en calidad de presidente de la Fundación Axa Winterthur, abrió el cofre que contiene la edición digitalizada de los papeles que ayudarán a reescribir la historia de los Borja.

La familia valenciana gobernó, durante gran parte del siglo XV, el Estado vaticano y extendió sus redes políticas por Europa. Dos papas, Calixto III y Alejandro VI, y familiares como César y Lucrecia, cuya influencia sería capital para el desarrollo social, político y religioso del continente, son los abanderados de la saga más polémica de la historia.

Los Borja proceden de Xàtiva y se asentaron en Gandía, cerca de Valencia, que, en la época, representaba "la vanguardia cultural del mundo occidental", como señaló ayer el historiador Máximo Miglio. De ahí que, desde Valencia, siempre se haya intentado revocar la leyenda negra que acompaña a tan singular familia, fomentada desde Italia por razones que Rodrigo de Borja, descendiente de la saga y ex presidente de Ecuador, achaca a "su condición de intrusos en el Vaticano". Y en ese empeño se esforzó el ya desaparecido jesuita Miquel Batllori, impulsor de la recuperación de los archivos con información sobre los Borja a través del Diplomatari, una recopilación de la documentación sobre la familia que albergan diferentes bibliotecas españolas.

Pero la principal fuente documental sobre los Borja se encontraba en el Vaticano, en el Archivio segreto. En 2002, el Institut d'Estudis Borgians inició las gestiones para trasladar toda la documentación vaticana a un archivo único, ubicado en Valencia, que fructificaron ayer con el acto de apertura.

Más de 600 discos compactos componen la edición digitalizada de los documentos que están al servicio de los estudiosos. Los archivos ofrecen una nueva mirada sobre la realidad de la época, en documentos como "las cartas del papa Alejandro VI a sus hijos, que aportan luz sobre su vida privada, o la correspondencia de Calixto III, en la que utilizaba indistintamente el catalán y el latín", afirma el escritor Miquel Navarro, experto en estudios borgianos. Los archivos permiten igualmente reconstruir la actividad política del papado en la segunda mitad del siglo XV, conocer las bulas alejandrinas, en las que el pontífice concedía a los reyes de Castilla y Aragón las tierras descubiertas más allá del Atlántico a condición de que fueran evangelizadas, o desvelar la labor de mecenazgo de ambos prelados, que ayudó a científicos como Copérnico y permitió a decenas de valencianos estudiar en universidades italianas.

Jaime de Marichalar, en el centro, con el editor Eliseu Clement, a la derecha.
Jaime de Marichalar, en el centro, con el editor Eliseu Clement, a la derecha.CARLES FRANCESC
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