Hombres soprano
Un coro de Cuba recupera la tradición renacentista de cantar en registros femeninos
El escenario está vacío. Escondido detrás del patio de butacas, el coro interpreta una pieza en la que se aprecian las voces presentes en las formaciones mixtas: bajos, tenores, contraltos y sopranos. Cuando avanzan hacia el escenario, el público descubre que todos los cantantes son hombres. Se trata de la Camerata Vocale Sine Nomine, un coro de La Habana que recupera la figura renacentista del contratenor, que asumía los registros femeninos cuando las mujeres tenían prohibido cantar en público. El grupo, único en Latinoamérica con esas características, termina hoy su gira por España con una actuación en Andoain.
Sine Nomine es un coro profesional, inscrito en el Instituto Cubano de la Música, formado por 11 cantantes, entre ellos tres contraltos y dos soprano. Todos cuentan con una vasta formación académica y viven de la música, muchos compaginando el canto con la docencia. El coro nació en 2004 pero la mayoría de los integrantes actuales se unieron hace dos años, cuando el cantante bajo Alexis Rodríguez asumió la dirección del grupo. Desde entonces, han llamado la atención de crítica y público. Las discográficas cubanas les concedieron el premio Cubadisco 2005, por una grabación junto a la formación Ars Longa, han salido en televisión y la gente ya les reconoce por la calle.
"Una señora se hizo un lío y nos dijo si somos 'castristas', en vez de 'castratti"
Uno de sus miembros, Ubail Zamora, es el primer cantante cubano graduado por el Instituto como contratenor. Zamora es un contratenor natural, explica, mientras que los soprano, Ariel Cruz y Eduardo Sarmiento, utilizan el falsete para agudizar y suavizar más la voz. "Cuando decidí que quería cantar, me dijeron que fuera tenor, pero mi voz no tenía volumen como para ello. Pese a que algunos profesores no lo aceptaban, decidí graduarme como contratenor"" relata Zamora.
Sarmiento también fue tenor en el coro de una iglesia, hasta que conoció a uno de los miembros de Sine Nomine y se unió entusiasmado. Violinista de profesión, Cruz descubrió esa posibilidad al conocer a Zamora en un festival. "De pequeño siempre jugaba a imitar a las soprano, pero sólo era un juego. Cuando escuché a Ubail me quedé fascinado". Confía en que Sine Nomine se convertirá en "una cantera para reavivar la figura del contratenor".
Su forma de cantar da lugar a todo tipo de anécdotas. "Se nos acercan preguntándonos si estamos castrados", comenta Zamora. "Incluso una señora se hizo un lío y nos dijo si somos 'castristas', en vez de castratti". Por su forma sensible y afeminada de interpretar, en una sociedad machista que delimita, inflexible, qué es propio de hombres y qué no, han participado incluso en proyectos sobre masculinidad en la isla caribeña. "Queremos eliminar prejuicios. Que cantemos así no implica necesariamente que seamos gays o transexuales", subraya Zamora. "Sobra decir que no estamos castrados", zanja entre tajante y divertido Cruz.
Su repertorio se centra en la música del Renacimiento, sacra y profana, "en la que no hay que arreglar nada porque está pensada para esos registros", explica el director. Cuentan también con piezas compuestas expresamente para sus voces por concertistas latinoamericanos contemporáneos, e interpretan incluso canciones espirituales negras, congas y boleros. "En esos casos tenemos que hacer ajustes, porque están pensadas para coros mixtos", apunta. El coro fue seleccionado entre 26 agrupaciones cubanas para participar en el XIX Certamen Coral de Tolosa, donde han quedado cuartos. Después han realizado una gira por Euskadi, Navarra y ciudades del mediterráneo como Benidorm y Elche. Emocionados en su primer viaje fuera de Cuba, afirman haber cosechado "opiniones muy positivas".
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