Interior asegura que ordenó cargar contra la marcha 'skin'
El departamento acusa de falsedad a un sindicato policial
La violenta manifestación del sábado en el centro de Barcelona, que se saldó con 22 policías heridos y 5 detenidos, sigue dando de qué hablar. El Departamento de Interior, pilotado por ICV, contestó ayer a las críticas vertidas por la oposición (CiU y PP) y por un sindicato policial ante la supuesta "permisividad" de los Mossos d'Esquadra. La marcha reunió a un millar de skins autodenominados antifascistas y degeneró en una batalla campal. Los antidisturbios de la policía cargaron contra los jóvenes para disolver la marcha, y en ningún caso recibieron órdenes de "no actuar", recordó ayer el secretario de Seguridad Pública, Joan Delort.
Los jóvenes, que protestaban por la muerte de un menor antifascista a manos de un soldado en Madrid, trataron de recorrer la ronda de Sant Antoni para adentrarse en las callejuelas de Ciutat Vella, donde la policía pierde fuerza y hay más posibilidades de actuar con impunidad. Un cordón policial lo impidió, y ahí se produjo la primera "escaramuza", en palabras de Delort, entre los manifestantes -que lanzaron botellas y otros objetos- y la policía.
La marcha siguió rumbo a la plaza de Catalunya. Allí hubo un nuevo choque: los agentes sacaron las porras e impidieron, de nuevo, que los manifestantes penetraran en el Raval. La cosa se puso fea y, ante la posibilidad de incidentes graves, el jefe del operativo -formado por 300 mossos- pidió permiso a la Dirección General de Policía para usar la fuerza. "Y se le concedió", aseguró el secretario de Seguridad.
Delort desmontó así los argumentos del secretario general del Sindicato de Policías de Cataluña, David José Mañas. Éste acusó a los responsables políticos del departamento de dar órdenes explícitas a los policías para que permanecieran pasivos ante los altercados. "Es radicalmente falso. Vamos a exigir [a Mañas] responsabilidades. Y le vamos a pedir que identifique a quienes supuestamente dieron esa orden", dijo severamente Delort, que anunció la apertura de una investigación para aclarar las palabras del responsable sindical. Mañas, líder de un sindicato que ha quedado en minoría tras las últimas elecciones, defendió en su día la actuación de los cinco mossos imputados por supuestos malos tratos a un detenido en la comisaría de Les Corts.
Al llegar a la Via Laietana, los manifestantes atacaron directamente y por sorpresa la antigua sede de Interior, que estaba siendo custodiada por una decena de policías. Varios jóvenes lanzaron vallas -robadas de las obras en un aparcamiento cercano- contra el edificio. En pocos minutos, decenas de agentes y furgonetas se presentaron en la Via Laietana y cargaron, esta vez de forma definitiva, contra los manifestantes, que se dispersaron. Cuatro de los detenidos quedaron ayer en libertad con cargos, acusados de daños, atentado a la autoridad y desórdenes públicos. El otro arrestado, un menor, pasó a disposición de la fiscalía de menores.
Los tres partidos del Gobierno -PSC, Esquerra e ICV- apoyaron ayer la gestión del consejero de Interior, Joan Saura, durante la protesta.
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