_
_
_
_
Reportaje:

50 años borrada del mapa

Un documental revive la dramática desaparición de Alberguería en 1959

En 1958 se podía sumergir a un pueblo entero, por la fuerza, para construir un pantano. La Guardia Civil podía echar a culatazos de sus casas a 530 personas. Y se podía expropiar una aldea próspera, de 100 casas, una iglesia, un cementerio y campos de labor por 5 millones de pesetas. Así sucedió en Alberguería (O Bolo, Ourense), una localidad que lleva 50 años borrada del mapa.

Después de tanto tiempo, los sobrevivientes de aquella tragedia se atreven a hablar. "Es que no nos dejaban protestar, hacían desaparecer a nuestros abogados, le metieron miedo a todo el mundo", dice Domingo Primo, una de los habitantes de la desaparecida Alberguería.

Hoy el lugar está ocupado por un embalse hidroeléctrico que pertenece a la compañía Endesa (Acciona-Enel). En un par de días, la empresa saca tanto dinero como el que les obligaron a tomar a los vecinos por irse del pueblo. El pantano de Prada fue construido por Hidroeléctrica Moncabril SA, una compañía ligada a los dirigentes del régimen franquista. La empresa quebró poco después de inaugurar el embalse, que también ha pasado por las manos de Fenosa antes de pertenecer a Endesa.

La hidráulica expropió el pueblo de 100 casas por 5 millones de pesetas

Alberguería es una de las 11 localidades gallegas anegadas por embalses hidroeléctricos. Su caso es especial porque tal vez fue la expropiación más dura y represiva de cuantas se realizaron en Galicia. El miedo y la dispersión han atenazado a los vecinos durante todo este tiempo. Pero ahora se han organizado. Cada 15 de agosto se reúnen a las orillas del pantano y están gestionando la creación de una asociación. Quieren que su caso no se repita y que una nueva legislación (la implantación de un canon hidroeléctrico) revierta en la zona.

"En la memoria de todos los vecinos que no tienen pueblo al que volver". Así termina el documental que, por vez primera, revive la historia del anegamiento de Alberguería. Xares, o río que nos leva, es el título del trabajo dirigido por Pedro Prada, coproducido por TVG y subvencionado por la Xunta. La película se estrena mañana en el Festival Internacional de Cine Independente de Ourense.

"Lo hice porque soy de allí y para que se conozca como nació este embalse", explica el director del documental. "Hoy sería imposible una actuación de ese tipo, pero tampoco parece viable que nos pongamos a derribar hidráulicas. Lo que sí podemos garantizar es que estudiamos con lupa cada una de las concesiones", asegura Jorge Marquínez, presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte.

"Fue un escándalo y no hay más que ver las actas del Jurado de Expropiación. Les dieron unas 50.000 pesetas por casa y familia, cuando en 1958 un piso en Ourense costaba 300.000 pesetas", dice Secundino Lorenzo, quien ha puesto en marcha la web www.albergueria.es.

El pueblo fue desalojado en 1958. Un año después estaba anegado. En 1961 Franco y su mujer, Carmen Polo, inauguraron la presa. El número 977 del Nodo recorrió los cines de España de aquel año, informando de que "en la abrupta tierra de Orense" el Generalísimo pulsaba el botón de otro pantano.

En Galicia funcionan 26 grandes embalses hidroeléctricos que ya han amortizado más de cuatro veces su coste y a los que les quedan concesiones por 55 años más. Entre todos sólo emplean a 350 personas y el grueso de su electricidad abastece a Madrid y Portugal. Prada, el embalse que borró a Alberguería del mapa, es una de esas concesiones. "Me quedé sentado mirando como el charco chupaba el pueblo entero", recuerda Tiberio Arias, uno de los vecinos afectados.

La hidráulica tiene concesión hasta 2061. Hasta entonces, cada dos días, seguirá facturando una Alberguería.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_