Espinosa rechaza subvencionar el gasóleo a la flota pesquera

Los armadores gallegos recibieron ayer un jarro de agua fría por parte de la ministra de Pesca, Elena Espinosa, al señalar que la subida de precios del gasóleo afecta también "al resto de los sectores económicos y de los ciudadanos", y que esas ayudas que demandan deben establecerse "bajo la responsabilidad de un gobierno que maneja el dinero de todos los españoles". Espinosa hizo estas declaraciones al término de la presentación del Libro Blanco sobre la Pesca en Vigo, acompañada por el secretario general de Pesca Marítima, Juan Martín Fragueiro.

El Libro Blanco apuesta por incorporar más inmigrantes

El sector pesquero ha elevado el tono de sus protestas durante estas semanas y es que aseguran que el coste del combustible se ha incrementado en un 160% durante los últimos cuatro años (el propio Libro Blanco recoge que "en un periodo de pocos meses ha duplicado su precio en España"), lo que sumado a otros factores como la pesca ilegal (que repercute directamente en la cotización de especies como el pez espada, por ejemplo) o las paradas biológicas, complican la viabilidad económica de las empresas hasta el punto de pensárselo dos veces antes de sacar los barcos de puerto y restando, así, oportunidades para proceder a la renovación de sus activos. En todo caso, Espinosa afirmó que lo que tenga que decir al sector sobre medidas "que se puedan o no se puedan adoptar" se lo dirá "directamente". Los armadores, recordó, "tienen abiertas las puertas del ministerio".

Por otro lado, Juan Martín Fragueiro destacó que la reducción de la flota española, la más importante de la UE, responde a "un sentir del propio sector" en el que hay quien "voluntariamente tiene un interés en abandonar la pesca". A falta de datos concretos, el secretario general de Pesca explicó que lo que ha hecho la Administración es, "con base en esas conclusiones, poner en marcha las medidas necesarias". Y en esa línea, el día 21 de este mes se espera que Bruselas apruebe la puesta en marcha del programa operativo del Plan Estratégico Nacional, que cifra esa reducción por debajo del 30%. Los objetivos que persigue el Gobierno pasan por evitar la sobreexplotación y adaptar la capacidad pesquera a los recursos.

El documento presentado ayer ante los representantes de organizaciones productivas, empresariales, portuarias y comercializadoras nació en abril de 2005 en la ciudad olívica, tal y como destacaron el presidente de Zona Franca, Francisco López Peña, y el alcalde vigués, Abel Caballero. El Libro Blanco se construyó a partir de 26 mesas redondas y un seminario internacional en el que tuvieron cabida representantes del sector, ONG, sindicatos, administraciones y expertos. Elena Espinosa destacó que "nos da una pauta de trabajo" en aras del respeto medioambiental y la calidad y seguridad alimentaria, garantizando la viabilidad del sector en el que la inversión en I+D+i cobra protagonismo.

Otra de las novedades es la voluntad de facilitar la incorporación de inmigrantes a una flota española que busca en este colectivo completar sus tripulaciones. Así mismo, también se pretende la puesta en marcha de políticas que garanticen un marco de actuación estable a las 300 empresas españolas que desarrollan su labor en terceros países.

La acuicultura se consolida como otra de las grandes apuestas. España importa en términos generales prácticamente lo mismo que está pescando aunque después reexporta productos transformados. En opinión de la ministra, si se quiere "mantener el consumo per cápita de pescado en España" hay que tratar de ir incrementando la producción acuícola y adaptarla al gusto del mercado. Una potenciación de la que dan fe las cifras: "En 2007 vamos a superar las 400.000 toneladas de productos de acuicultura y eso significa un tercio de toda la producción pesquera española, que está en 1.200.0000 toneladas", aseguró Fragueiro.