Se busca autor intelectual
¿Se puede institucionalizar una red organizada de mordidas en el Ayuntamiento de Madrid durante largos años sin que los responsables políticos tuvieran la sombra de una duda? La investigación policial y judicial acaba de aflorar un sistema organizado sobre el cual las autoridades municipales aseguran no tener ni pajolera idea. ¿Se puede montar un cobro institucionalizado de comisiones en el que han participado al menos 16 funcionarios, compinchados con abogados y arquitectos, como si fuera una red clandestina que operaba dentro del Ayuntamiento?
La aproximación a las respuestas vendrá de la investigación policial y judicial. Si uno sigue la lógica del Partido Popular y los teóricos de la conspiración sobre el 11-M, y la aplica al Ayuntamiento, ¿quién se puede creer que "unos pelanas" pudiesen mantener esta red clandestina sin que nada, ni un mínimo rumor, haya trascendido?
En otros términos, Mariano Rajoy, que pide la aplicación de la ley con la máxima contundencia posible, ¿no está interesado en saber si hay en esta trama de su tan admirada autoría intelectual?
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, está dispuesto a crear una comisión de investigación una vez que se levante el secreto de las actuaciones. ¿Qué menos? Pero lo que ya se puede extraer es alguna conclusión sobre el carácter de la gestión del Consistorio. Y esa conclusión es que ni la Concejalía de Urbanismo ni la de Medio Ambiente han hecho los deberes como debían. En otros términos, mientras sus responsables se dedican a la alta política nacional, por detrás funcionaba un sistema institucionalizado de corrupción.
Porque, a juzgar por la información que el propio Ayuntamiento ha hecho pública, no es el caso de una manzana podrida. Cuando hay un sistema como el que ha hecho aflorar la investigación judicial, ¿nunca nadie se paró en ambas concejalías, a la hora de estampar su firma, a pensar en el ritmo con el que se concedían las licencias y se autorizaban la apertura de locales comerciales?
En este tipo de corrupción hay varios niveles de responsabilidad. Las de carácter penal serán sustanciadas en sede judicial. Pero, ¿y la eventual negligencia en el ejercicio del control?
La atención de los políticos en los ayuntamientos de las grandes ciudades, ¿no está quizá demasiado pendiente de las elecciones generales y la lucha por el poder dentro de los propios partidos?
Esta trama de corrupción supone un descrédito para la ciudad de Madrid y para su prestigio. Alguien debería hacerse cargo de ello.
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