Un incendio accidental de carbón alarma a los coruñeses

La combustión lenta de parte de las 55.000 toneladas de carbón que Unión Fenosa tiene almacenadas en la denominada medusa, el circuito cerrado inaugurado hace un par de meses en el puerto de A Coruña, continúa sin que el fuerte olor o la columna de humo que genera representen un peligro de salud pública. Así lo aseguran tanto la compañía eléctrica como las autoridades portuarias, cuyos medidores de emisiones ambientales arrojan cifras muy por debajo, subrayan, de los valores límites para la salud humana.

Los vecinos de la ciudad, sobre todo en el barrio de Os Castros, se quejan, sin embargo, de molestias en vías respiratorias causadas por un problema que empezó hace el martes sobre las 23 horas. Los técnicos de Fenosa seguían anoche tratando de alcanzar el foco de calor, una laboriosa y difícil tarea porque se trata de mover con el máximo cuidado una montaña de 55.000 toneladas de carbón.

Además de intentar retirar parte del mineral -la víspera se sacaron 20.000 toneladas-, tratan de compactarlo para eliminar el oxígeno y contribuir así a que se enfríe. El responsable de la medusa admite que esta situación puede darse con cierta frecuencia en los almacenes de carbón, o incluso en las bodegas de un barco, pero asegura que su trascedencia es nula.

La columna de humo varía de intensidad y color, y lo mismo ocurre con el fuerte olor, parecido al de una fuga de gas, que ayer por la mañana impregnó el centro de la ciudad. El Ayuntamiento no intervino porque el puerto y Fenosa le aseguran "que la situación está controlada". Un portavoz municipal afirma que los medidores de aire también arrojan parámetros "normales". El líder del PP, Carlos Negreira, critica el silencio de las autoridades locales.