Los mandos acusados de falsedad en el 'caso Yak-42' piden el archivo de la investigación

Los cuatro mandos imputados por la falsa identificación de los cadáveres de los 62 militares muertos en el accidente del Yak-42 -el 26 de mayo de 2003 en Trabzón (Turquía)- han presentado sendos escritos en la Audiencia Nacional en los que piden su libre sobreseimiento y el archivo de las actuaciones.

Aunque los cuatro formulan la misma petición, las causas que esgrimen son muy diferentes. Así, el general de Sanidad Vicente Navarro, a quien el fiscal acusa de un delito de falsedad, asegura que no mintió al confeccionar los certificados de defunción entregados a las familias, pues los mismos "se corresponden de forma individualizada con los 62 militares españoles fallecidos en tan luctuoso accidente" y no hay ninguna duda de que su fallecimiento se produjo "en un lugar y fecha determinados y por una causa específica". Es decir: todos murieron en el accidente del Yakovlev.

Lo que el escrito obvia es que la identidad reflejada en el certificado no se correspondía en 30 casos con la verdadera, lo que obligó a exhumar 21 cadáveres (nueve ya habían sido incinerados) y volverlos a enterrar.

Navarro alega que no leyó, a pesar de haberla firmado, el acta de los forenses turcos que reconocía que sólo 32 cadáveres estaban identificados e insiste en que los otros 30 lo fueron "por el equipo médico español destacado a Trabzón por medios auxiliares, complementarios y alternativos a los utilizados por las autoridades turcas", aunque esta identificación resultó errónea en todos los casos.

Por su parte, los dos ayudantes de Navarro, el capitán Miguel Ángel Saez y el comandante José Ramón Ramírez, aseguran que los informes de autopsia que hicieron para las familias de las víctimas eran simples notas y no verdaderos documentos, por lo que no hubo falsedad.

Por último, el teniente general José Antonio Beltrán -que encabezaba la delegación enviada a Turquía por el entonces ministro de Defensa, Federico Trillo- sostiene que, al no ser médico, no pudo intervenir en absoluto en la identificación de los cadáveres. Beltrán es el único de los cuatro militares que declararon como imputados en la Audiencia Nacional en 2004 a quien no ha acusado ahora el fiscal.

El juez Fernando Grande-Marlaska deberá resolver en breve si eleva las diligencias previas a procedimiento abreviado, como ha pedido el fiscal, o archiva las actuaciones.