Barcelona quiere tener controlados a los 'hooligans'

Prevenir, no ir por detrás de los hechos. Aunque ahora hace justo lo contrario, el Ayuntamiento de Barcelona quiere diseñar un plan para evitar lo que sucedió la semana pasada: que miles de seguidores del Rangers sin entrada para ver el partido de la Champions camparan por la ciudad a sus anchas. Básicamente bebiendo en la vía pública y dejándola en un estado lamentable. El asunto se trató en la comisión de gobierno del Consistorio en la que se acordaron tomar varias medidas para evitar que se vuelvan a producir episodios similares. Por un lado, representantes municipales plantearán a los clubs de fútbol y a la UEFA las previsiones que tengan de los sucesivos partidos de la Champions. Conocer, por ejemplo, cuántos seguidores se pueden desplazar a Barcelona aunque no tengan entrada. Después vendrá el capítulo de qué hacer con ellos. Básicamente, buscar emplazamientos en la ciudad donde puedan ver el partido en pantallas y evitar su dispersión por toda la ciudad. Carles Martí, el primer teniente de alcalde, avanzó que la solución pasa por buscar emplazamientos. Tipo, por ejemplo, Montjuïc. "En el mundial de Alemania se buscaron espacios para aglutinar a los aficionados que no tenían entrada en los estadios, precisamente para evitar problemas".

En cuanto a la opción tomada en Barcelona la semana pasada de no intervenir y dejarles hacer, Martí se reafirmó en que fue la decisión correcta para evitar males mayores. En la búsqueda de espacios alternativos, el Consistorio espera la colaboración de los clubes de fútbol.