Cariñito para Magdalena
Los diputados andaluces en el Congreso cierran filas con la ministra
"¿Por qué no hacemos algo?" La pregunta la lanzó a un grupo de diputados a Carmen Hermosín después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, compareciera en el Congreso para dar cuenta del retraso de las obras del AVE a Barcelona y el caos en los trenes de cercanía. Un debate en el que Magdalena Álvarez concentró las críticas de todos los grupos parlamentarios, salvo el suyo, por el mal funcionamiento del servicio ferroviario y en el que todos pidieron su destitución o dimisión.
En las horas más bajas de la ministra de Fomento fue Hermosín, diputada por Sevilla, secretaria federal del PSOE de Política Autonómica y compañera de Álvarez durante muchos años en el Gobierno andaluz, la que propuso convocar una cena homenaje para arropar a la malagueña. "Se trataba de mostrarle afecto, complicidad y solidaridad, que nunca vienen mal", explicó Hermosín.
Los 38 diputados andaluces en el Congreso estaban convocados. Acudieron casi todos, salvo la cordobesa y ex ministra Carmen Calvo, que se excusó, y Alfonso Guerra, cuya ausencia se daba por hecha. El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, diputado por Córdoba, fue otro de los comensales a la cena, a la que también acudieron el portavoz del grupo parlamentario, Diego López Garrido, el presidente de la Comisión de Fomento, Javier Torres Vela, y la vicepresidenta de este órgano, la catalana Dolores Puig.
La opinión de la mayoría de los diputados andaluces es que el caos ferroviario de Barcelona no es imputable a una decisión política del departamento que dirige Álvarez, sino a una serie de errores técnicos y "de mala suerte".
"Apoyamos sin fisuras a Magdalena Álvarez porque entendemos que está haciendo una buena gestión", dijo Carmen Hermosín, una afirmación que corroboraron otros diputados andaluces que hacen piña en torno a la ministra de Fomento.
"No estamos dispuestos a que se la debilite por intereses electorales o porque haya otras federaciones socialistas que les gustaría que ese ministerio fuese a parar a uno de los suyos", dijo el gaditano Rafael Román, en alusión al PSC. "Alguna gente no lleva bien ni le gusta ni un pelo que la ministra de Fomento sea una mujer y andaluza", apostilló Carmen Hermosín.
Lo que sostienen ambos lo dicen desde el anonimato muchos socialistas andaluces, que, muestran, en privado, cierto enfado por la reacción de sus compañeros catalanes con una ministra socialista a las puertas de unas elecciones generales. "Los catalanes le están echando el muerto a ella de sus propias responsabilidades", afirma un parlamentario.
Antes del chaparrón político contra Álvarez y aunque no depende de ellos, a los andaluces del PSOE les gustaría que, si Zapatero gana las elecciones, la malagueña siga en el Gobierno y además en el mismo puesto. "La apoyamos absolutamente porque consideramos que lo ha hecho muy bien, especialmente con Andalucía y es un baluarte para que sigamos recortando distancias con otras comunidades", dice Román. En la cena, el gaditano cantó las sevillanas bíblicas de Paco Toronjo La vio el rey David y alguna que otra sevillana de El Palo y del Perchel.
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