La Junta mantiene su oficina de Marbella sin tener ya cometido
La sede se ha trasladado y asesorará a petición municipal
La Oficina de Planeamiento Urbanístico de la Junta de Andalucía en Marbella ya no está en Marbella, ha trasladado su sede a Málaga. Es raro, pero no lo es menos el hecho de que aún exista, y es que desde que el pasado mes de julio el Consejo de Gobierno de la Junta aprobara la devolución de las competencias del planeamiento urbanístico al Ayuntamiento de Marbella que le retiró 15 meses antes, ya no tiene razón de ser.
"No tiene cometido, porque realmente no tenemos competencias, pero se mantiene como órgano de colaboración a disposición del Ayuntamiento", reconoce el director de la oficina, José María Ruiz Povedano.
Cuando se produjo la devolución de competencias, la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, pidió a la Junta que mantuviera la oficina mientras se tramitara el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Con el traspaso de competencias, la Junta entregó al consistorio el nuevo plan, redactado por el equipo del urbanista Manuel González Fustegueras, contratado por la Junta. El 19 de julio, el Ayuntamiento hizo suyo el plan al producir el pleno la aprobación inicial. Aquel acto fue la recuperación de la normalidad, Marbella de hecho se convertía en un Ayuntamiento más.
La Junta mantuvo su despliegue técnico durante los dos meses de exposición pública del plan en tres sedes distintas, durante los que atendieron más de 3.000 consultas técnicas de los ciudadanos.
Ahora, en teoría, ha llegado el momento de que el Ayuntamiento ande solo. El estudio y consideración o desestimación de las 9.000 alegaciones presentadas al plan es de su exclusiva competencia. Pero el Ayuntamiento tampoco quiere romper con la Junta. "Es verdad que ya no tenemos que actuar de forma conjunta, pero si queremos que sea consensuada", reconocen fuentes municipales, y es que a fin de cuentas la Junta es la administración a la que compete la aprobación definitiva del plan.
Después de lo ocurrido en los últimos años con el urbanismo de Marbella, Junta y Ayuntamiento se cuidan de escenificar unas buenas relaciones, pese a que mantienen profundas discrepancias. Al equipo de Ángeles Muñoz no le gustan muchos aspectos del PGOU, especialmente el sistema de compensaciones, y ambas administraciones discrepan también sobre si el consistorio debe revisar o no las licencias ilegales de obras otorgadas en los últimos años.
Por eso el Ayuntamiento no ha pedido a la Junta que cierre su oficina, simplemente que desalojara las dependencias que ocupaba en la sede municipal de Planeamiento porque les eran necesarias. la oficina, con un equipo reducido, ocho personas, cinco menos de las que ha llegado a tener, se ha trasladado a la delegación de la Consejería de Obras Públicas en Málaga. Allí ya tiene un millar de alegaciones que le ha enviado el Ayuntamiento para que las informe. Será, según Ruiz Povedano, su nueva misión, prestar colaboración a petición de parte, aunque ya solo será una opinión.
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