"La tecnología democratiza la creación para que todos podamos ser artistas"
Peter Weibel (Odessa, 1944) ha sido nombrado director artístico de la tercera edición de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla (BIACS), que se inaugurará en octubre de 2008. Brillante teórico y experto de los nuevos medios, Weibel es director del ZKM, Center for Art and Media de Karlsruhe en Alemania desde 1999. Se estrenó en el cargo con net_condition, una exposición que se convirtió en una piedra miliar de la historia del arte digital, y desde entonces ha conseguido compaginar su actividad como director y comisario con su trayectoria de artista y pensador pionero del arte digital.
PREGUNTA. Las anteriores ediciones de la BIACS han sido muy polémicas y sus comisarios muy criticados. ¿Cómo se enfrenta a este reto?
"La gente quiere involucrarse, quiere arte que conecte con su vida y que reflexione sobre su ambiente"
RESPUESTA. Mi aproximación es completamente diferente, los proyectos anteriores no estaban enraizados en la cultura española. Mi bienal se remontará a Al Ándalus como momento clave de la innovación científica, un tiempo de confluencia y no de choque entre las tres grandes culturas: cristiana, musulmana y judía. Quiero volver a escribir la experiencia de Al Ándalus en el presente y el futuro. Utilizar la lección histórica y materializar la concordia entre las culturas a través de la tecnología. Su título, Youniverse, alude a las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías: el individuo puede ser el universo, pero también debe responsabilizarse por el universo.
P. Entiendo que la tecnología tendrá un papel primordial en el enfoque de la BIACS...
R. La matesis universal, es decir, la matemática como la clave para entender el mundo. Los árabes inventaron los algoritmos y Al Ándalus fue un tiempo de grandes avances en álgebra, hidráulica, ingeniería, astronomía... La tecnología es un lenguaje universal que puede ser utilizado como contribución a la civilización, elimina el monopolio de la creatividad y democratiza el ejercicio de las artes. Por ello disiento de lo que escribía Ortega y Gasset a propósito de la deshumanización del arte y la rebelión de las masas: la tecnología es un medio democrático, bueno para la civilización y para las masas, porque permite controlar el entorno, individualizarlo y humanizarlo, es decir, adaptarlo a las necesidades humanas.
P. ¿Cómo se traduce esto en la práctica?
R. Una parte de la bienal estará en Second Life. Habrá avatars de personajes históricos que propondrán otra forma de experimentar Al Ándalus. La gente se involucra cada vez más en los mundos virtuales porque tiene más control sobre ellos que sobre su propia vida. Sólo habrá arte de hoy, porque en los grandes eventos, como la Bienal de Venecia o la Documenta de Kassel, lo que se ve es arte de las décadas de 1970 y 1980. La gente tiene miedo al arte contemporáneo, porque permite individualizar nuestro entorno. La tecnología ha democratizado el arte, ya lo decía Beuys a principios de los años setenta, que todos pueden ser artistas.
P. ¿Cuando habla de arte de hoy se refiere al arte digital?
R. No exclusivamente, pero a todas las obras influidas por el arte digital. Artistas como Warhol o Bacon han sido influidos por la fotografía y los medios de comunicación. Arte digital no significa que deba haber un ordenador o una pantalla, la tecnología está cada vez más escondida. Resultan emblemáticas de mi discurso obras como Bit.falls, de Julius Popp, una cascada de palabras que se forman con gotas de agua, una pieza que visualiza los ciclos del agua y de la información, combinando una tecnología sofisticada con un interesante planteamiento formal y un concepto sólido, vinculado a un tema especialmente sentido en Andalucía. Otro ejemplo puede ser el coche hidroeléctrico de hielo de Olafur Eliasson, una obra ambiental en la que convergen preocupaciones estéticas y éticas.
P. ¿Por qué este tipo de obras sigue viéndose poco en museos y grandes exposiciones?
R. Porque los museos están demasiado relacionados con el mercado. Lo bueno de las bienales es que no son tan constreñidas. Hay que considerarlas como investigaciones científicas, nadie se interesa por los visitantes de un centro de estudios, pero los museos están sometidos a la esclavitud de la audiencia. El público no tiene los mismos intereses del mercado. La gente quiere ver algo diferente, quiere participar e involucrarse, quiere arte que conecte con su vida y que reflexione sobre su ambiente.
P. ¿Internet e interactividad siguen siendo las palabras clave del new media art?
R. Cuando llegó la fotografía los pintores perdieron el monopolio de la imagen; con la llegada de internet, la televisión y el cine han perdido el de la imagen en movimiento. Internet es una nueva Arca de Noé, una plataforma y un modelo. Sin embargo, en la historia de la Biblia se salvan sólo los elegidos, mientras que con la tecnología se salvan todos.
P. ¿En la batalla para el control de internet, qué papel desempeñan los artistas?
R. Hay una gran lucha entre las empresas proveedoras y los creadores de contenidos. Los Estados deben proteger a los ciudadanos de las grandes compañías, que se enriquecen con sus contenidos. Es una economía patológica y criminal: el valor de Myspace, dos billones de dólares, en realidad es el valor de sus 20 millones de usuarios. El arte es una vanguardia que contribuye a proteger internet de las corporaciones y a mantenerlo libre. Los artistas abren las puertas que los demás no ven. -
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