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El Consell paga 408 millones por facturas de Sanidad de 2002 a 2004

Los socialistas apuntan que la mitad del dinero de Cultura va a fundaciones

El debate de los presupuestos de la Generalitat cobra en ocasiones tintes de mero trámite administrativo ajeno a la realidad. Manuel Cervera, consejero de Sanidad y gestor del 40% del dinero que la Generalitat tiene previsto mover en 2008, fue muy didáctico ayer al explicar en comisión parlamentaria por qué crece el gasto farmacéutico. Todos los años hay nuevos fármacos, la esperanza de vida se prolonga, la demanda es inagotable... Cuando plasma sobre el papel sus previsiones para 2008 destina a gasto farmacéutico 1.169 millones de euros, una cantidad exorbitante que supone más del 21% del gasto total de su departamento. Y, sin embargo, una cantidad inferior a los 1.300 millones de euros que consumió la factura de farmacia en 2006.

El gasto previsto para farmacia en 2008 es inferior al gasto real de 2006
El PP sostiene que Calatrava carece de trascendencia pública

Y entre dimes y diretes, el debate arroja algunas perlas de realidad. Aunque sea extrapresupuestaria. Ignacio Subías, portavoz socialista, afeó al consejero el reciente concurso convocado por Sanidad para identificar el origen, estado e intereses acumulados por los proveedores cuyas facturas se acumularon en un cajón por falta de fondos para pagarlas. Unos impagos que la Sindicatura de Comptes cifró en 1.200 millones de euros correspondientes al ejercicio 2005 y años anteriores.

Cervera aseguró haber abonado ya 408 millones de euros de una deuda de 843 millones acumulada entre 2002 y 2004. "El pago de los 435 millones restantes podría solucionarse en unas semanas, un par de meses", añadió.

El consejero evitó explicar en público cómo ha pagado a los proveedores, pero en los pasillos confesó que un reciente acuerdo del Consell, que no se ha difundido, estableció la fórmula de pago a través de un acuerdo con una entidad financiera que ha adelantado el dinero y que recuperará su préstamo mediante una serie de vencimientos que presentará al Instituto Valenciano de Finanzas durante los próximos ocho años.

Cervera intentó salvar unas cuentas muy ajustadas con el recurso a la escasa financiación que la Generalitat recibe del Estado. Apuntó que la población valenciana ha crecido un 19% desde 1999 y recurrió a la Ley General de Sanidad, de 1986, que atribuía al Estado el papel de financiador de la sanidad pública.

Pero el Estado no estaba presente en el debate y el consejero tuvo que soportar un aluvión de críticas por anunciar para 2008 la ejecución de las mismas obras que su predecesor había anunciado el ejercicio anterior.

Trinidad Miró, consejera de Cultura y Deporte, se esforzó por dar cuerpo a un departamento que el año pasado estaba adscrito a Educación. Pero sin mayor éxito. Alicia de Miguel, portavoz del PP, llegó a defender que los gastos corrientes adquieren el carácter de inversiones cuando corresponden al área de Cultura. Pero Ana Noguera, portavoz socialista, puso en evidencia el escaso peso de un departamento que destina el 50% de sus fondos a financiar las actividades de diversas fundaciones. "Entidades que gestionan unos señores grises, vinculados al PP, que ni siquiera tienen que venir a las Cortes a explicarnos en qué gastan el dinero", sentenció Noguera.

Señores grises como Santiago Calatrava, según los representantes del PP en la Junta de Portavoces, que vetaron una serie de preguntas parlamentarias del socialista José Camarasa en relación con la reciente inundación del Palau de les Arts en las que se citaba expresamente el nombre del arquitecto. El PP alegó que Calatrava, hijo predilecto de la ciudad de Valencia, no es persona "que tenga una trascendencia pública en el ámbito de la Comunidad Valenciana".

Con el mismo argumento se vetó una pregunta de Compromís sobre la emisión de programas que "rayan la apología del nazismo" en la televisión que gestiona José Luis Tirado, asesor de la Ciudad de las Lenguas.

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