"Vendemos menos de la mitad desde que empezó el lío"

Lo sufren en la tienda de discos, en la farmacia y hasta en el quiosco. Todos los comercios ubicados en la estación de Sants han perdido más de la mitad de las ventas como consecuencia de las obras del AVE, primero, y por la interrupción del servicio de Cercanías de Renfe, después. "Calcula, hay 160.000 viajeros que ya no vienen aquí cada día, que se van a la plaza de Espanya", que es de donde parten los autobuses alternativos al tren, explica Cristóbal M., propietario de la tienda de discos de Sants.

El interior de las tiendas es un reflejo de lo que ocurre en el gran vestíbulo de la estación, donde el bullicio, el continuo trajín diario de miles de personas, ha quedado reducido a más de la mitad.

El comercio de Sants-Estació se hunde por las obras y las averías

Tatiana Ávila no da crédito a cómo han cambiado las cosas en la relojería Swatch-Swaroski. "Hemos pasado de vender unos 700 euros diarios a vender unos 200, como mucho", explica. El tipo de establecimiento en el que trabaja atiende sobre todo a los turistas, "y esos han desaparecido".

Pero en los comercios de primera necesidad también repercute el caos ferroviario. Carol Mellado, la encargada de la farmacia, asegura que el establecimiento vende menos de la mitad de lo habitual. Los clientes del barrio, por una parte, se han perdido por la incomodidad de acceder a la estación que causan las obras, y los clientes de paso, por otra, "han dejado de pasar".

Las tiendas que han salido peor paradas están situadas en la parte de la estación que da a la plaza de Joan Peiró, porque esas vías se cortaron cuando empezaron las obras y su pasillo dejó de ser un lugar de paso. "Cayeron las ventas cuando cortaron estos accesos, y ahora con el follón ha sido el remate. Vendemos la mitad, menos de la mitad", explica Pilar Gómez, dependienta de la librería-quiosco Prodesa. Ella sale perjudicada por partida doble, porque vive en Calafell y para llegar al trabajo tiene que tomar el autobús en la plaza de Espanya y cambiar al tren en Gavà. Traducción: "Me levanto una hora antes y llego a mi casa una hora después de lo habitual".

Sus vecinos de Tutti-Frutti también venden muchas menos golosinas, y en pleno mediodía, un buen número de mesas de la cafetería Ars siguen huérfanas, cuando en circunstancias normales se encuentran a rebosar. El encargado no quiere dar una opinión "corporativa" sobre lo que está ocurriendo. "¿Ves la estación? ¿Ves la cafetería? Pues no hay más comentarios", se limita a señalar. El sindicato UGT calculó esta semana en 42 millones de euros el "gasto social" que los 14 días laborables (del 22 de octubre al 9 de noviembre) de interrupción previstos en el servicio de Cercanías generarán a los más de 160.000 trabajadores afectados.

Las horas extra que los trabajadores dedicarán por el servicio alternativo de autobús durante los 14 días acumularán un coste aproximado de 40,5 millones, considerando que el coste medio de una hora trabajada en Cataluña asciende a 18,11 euros por empleado. Lo que no se ha calculado, es el coste que tendrá para los comerciantes de la estación de Sants, que han visto desaparecer a su clientela.

Pero César, desde la tienda de discos, cree que el principal problema no es el de los comerciantes, sino de currela: "Nosotros no somos los importantes, los importantes son los viajeros, los trabajadores... Es que se deberían rebelar, manifestarse todos juntos, pero la pena es que entonces alguien lo acabaría politizando".