El primer Festival de Tánger arranca con una treintena de películas españolas
La película 'La habitación de Fermat' inaugura la muestra cinematográfica
"Tánger fascina por su mezcla cutre y contemporánea llena de magia, aunque sea una dama que esté muriendo", definió ayer el director y crítico Javier Rioyo al mítico enclave del Estrecho. Para reavivarla, el cine español desembarca en la ciudad marroquí durante los próximos diez días para exhibir un extenso ramillete de 34 películas en el bautismo de su festival de cine.
El Festival de Cine de Málaga, organizador de la muestra en su décimo aniversario, ha traído una treintena de cintas subtituladas al árabe, con ciclos dedicados a la inmigración, mesas redondas y el Premio Hércules, que recibirá la actriz malagueña María Barranco.
El Ayuntamiento de Málaga y Exteriores financian el certamen
Tánger evitó ayer los recelos que suscita en el país vecino la próxima visita de los Reyes a Ceuta y Melilla, y las autoridades ignoraron las tensiones políticas en la inauguración de la cita cinéfila. Todo fueron sonrisas.
La apuesta tiene grandes miras y busca crear un festival ambicioso, pero de momento son meras intenciones. Esta primera edición no cuenta con jurado ni premios, a pesar de sus 600.000 euros de presupuesto, ya que la organización ha levantado la muestra en tan sólo seis meses. El Ayuntamiento de Málaga aporta junto al Ministerio de Asuntos Exteriores el capital necesario, y ambos cuentan con la colaboración de la Casa Árabe y el Comité Averroes.
Málaga aspira a convertirse en el referente del Sur de las relaciones culturales con Marruecos. "Esta edición es un esbozo de lo que queremos en el futuro. Es un intercambio y el cine marroquí reciente se exhibirá en el próximo Festival de Málaga y las sedes de la Academia de Cine en Madrid", explicó el director de la muestra, Salomón Castiel.
La apuesta por el intercambio cultural busca que el cine sea sólo el principio de un largo camino. El proyecto Entre Dos Orillas persigue concretar las propuestas e iniciativas sobre cualquier disciplina artística o intelectual entre Marruecos y España, señalan sus patrocinadores.
El reto parece a priori una montaña de subida harto difícil. La fragilidad de la red de distribución y exhibición del cine marroquí es aún mayor que la española, en crisis permanente durante los últimos años, según se lamentan sin descanso productores y directores. Marruecos estrena una media de seis largometrajes al año.
La película La habitación de Fermat, que se estrenará en salas dentro de dos semanas, abrió fuego ayer con un argumento inquietante: Tres matemáticos son invitados a una cita a ciegas para resolver un enigma. A medida que la acción avanza, su habitación se va achicando cada vez más. "Magia, humor y suspense tienen en común el ingenio, el hijo tonto de la inteligencia", apuntó ayer Luis Piedrahita, codirector junto a Rodrigo Sopeña. Los actores Alejo Sauras y Lluis Homar acudieron ayer a Tánger para arropar a la pareja de directores en su preestreno africano tras el Festival de Sitges.
La renovada pantalla del Cinéma Rif, filmoteca remozada el año pasado, exhibirá películas como Siete mesas de billar francés, El hombre de arena e Incautos. Mientras, otros títulos reflejarán la inmigración con amargura u optimismo: Flores de otro mundo, Poniente, Balseros... El público otorgará el único premio del festival a la mejor cinta. "Queremos que sea un toma y daca. Traer aquí la mejor cosecha y llevar la suya a España. Junto a la selección de los diez años del Festival de Málaga, preestrenamos dos películas de directores debutantes", explica el coordinador del festival, Javier Angulo.
También se exhibirán documentales, como Tánger, esa vieja dama, de Javier Rioyo y José Luis López Linares, y Melillenses, de Moisés Salama.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.